Un poderoso terremoto de magnitud 7.1 golpea la región de Xinjiang en China, causando heridos y daños generalizados; los esfuerzos de rescate están en marcha.
Un poderoso terremoto de magnitud 7.1 golpeó la región occidental de Xinjiang en China, causando heridas y daños significativos en viviendas. El terremoto ocurrió en condiciones de congelación como parte de una serie de desastres naturales que afectan a las regiones occidentales del país. Los esfuerzos de rescate fueron lanzados de inmediato y los servicios de electricidad y trenes se restauraron rápidamente. El terremoto se sintió en países vecinos como Kirguistán y Kazajistán, con residentes abandonando sus hogares como respuesta. La región afectada está fuertemente militarizada y poblada principalmente por uigures, quienes han enfrentado asimilación forzada y detención. Este terremoto se suma a la lista de desastres naturales recientes en las regiones occidentales de China, lo que ha impulsado esfuerzos para reconstruir con materiales resistentes a los terremotos.
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Un poderoso terremoto de magnitud 7.1 golpeó el condado escasamente poblado de Uchturpan en la región occidental de Xinjiang en China, causando lesiones a seis personas y daños significativos en más de 120 hogares. El terremoto ocurrió en un clima extremadamente frío y fue parte de una serie de eventos sísmicos y desastres naturales que han estado afectando a las regiones occidentales del país. El Servicio Geológico de Estados Unidos registró el terremoto con una magnitud de 7.0 y ubicado en la activa cadena montañosa de Tian Shan.
Los esfuerzos de rescate se lanzaron de inmediato, con alrededor de 200 rescatistas enviados al epicentro. Dos de las personas heridas tenían lesiones graves, mientras que las otras cuatro sufrieron lesiones leves. El gobierno de la Región Autónoma Uigur de Xinjiang informó que 47 casas colapsaron, 78 casas resultaron dañadas y algunas estructuras agrícolas también se derrumbaron. A pesar de las líneas eléctricas caídas, la electricidad fue restablecida rápidamente y los servicios de trenes se reanudaron después de realizar controles de seguridad.
El terremoto se sintió a cientos de kilómetros de distancia, con informes de temblores en países vecinos como Kirguistán y Kazajistán. En Almaty, la capital de Kazajistán, los residentes abandonaron sus hogares en respuesta a los fuertes temblores. En China, la región afectada está fuertemente militarizada y poblada predominantemente por uigures, una etnia túrquica que ha enfrentado asimilación forzada y detención masiva por parte del estado.
Este terremoto se suma a la lista de desastres naturales que han golpeado las regiones occidentales de China en los últimos años, incluidos los mortales terremotos en Gansu en 2019 y Sichuan en 2008. Desde entonces, el país ha realizado esfuerzos para reconstruir utilizando materiales más resistentes a los terremotos.