El terremoto de Mindanao plantea preocupaciones sobre "El Grande" y la vulnerabilidad de Filipinas a los desastres naturales.
El reciente terremoto de magnitud 7.4 en Mindanao ha vuelto a poner de relieve la vulnerabilidad de Filipinas ante los desastres naturales. Al estar ubicado en el "Anillo de Fuego del Pacífico", el país es propenso a terremotos y erupciones volcánicas. Si bien el reciente terremoto causó daños significativos y trauma, también planteó preocupaciones sobre la posibilidad de "El Gran Terremoto", un terremoto masivo que podría tener consecuencias devastadoras. Filipinas tiene una larga historia de desastres naturales, con un promedio de 22 ciclones tropicales y numerosos terremotos cada año. La falta de un código de construcción sólido y otras medidas de preparación pone al país en riesgo. Abordar estas vulnerabilidades requiere una estrategia integral que priorice la resiliencia y la preparación para proteger vidas y salvaguardar el futuro del país.
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El reciente terremoto de magnitud 7.4 que golpeó Mindanao, la segunda isla más grande de Filipinas, ha resaltado la vulnerabilidad del país ante desastres naturales. Ubicado en el "Anillo de Fuego del Pacífico", Filipinas es propenso a terremotos y erupciones volcánicas. El terremoto causó daños significativos y traumas, aunque hubo un número limitado de víctimas humanas. Sin embargo, este evento ha generado preocupación sobre la posibilidad de "El Gran Terremoto", un terremoto masivo que podría tener consecuencias devastadoras.
Filipinas tiene una larga historia de desastres naturales, experimentando un promedio de 22 ciclones tropicales y numerosos terremotos cada año. Mindanao, en particular, ha sido fuertemente afectada por terremotos debido a su ubicación en el borde occidental del "Anillo de Fuego del Pacífico". El terremoto reciente fue uno de los más fuertes experimentados por los residentes, causando miedo y ansiedad. Se espera que las réplicas continúen durante varios días o incluso meses.
Si bien el terremoto no provocó un tsunami, inicialmente se emitió una advertencia para varios países de la región. Afortunadamente, todas las advertencias fueron levantadas. Sin embargo, el terremoto causó víctimas y daños extensos en viviendas e infraestructuras. Filipinas, con su gran población rural, no está preparada para enfrentar tales desastres. La falta de un código de construcción sólido y otras medidas de preparación pone al país en riesgo.
"El Gran Terremoto" ha sido una preocupación de larga data en Filipinas, dada la historia del país de terremotos colosales. Se predice que golpeará con una magnitud de 7.2 en la Falla del Valle del Oeste y podría potencialmente causar la muerte de al menos 34,000 personas. Desafortunadamente, predecir el momento exacto y la ubicación de los grandes terremotos sigue siendo un desafío. Filipinas, debido a su proximidad a fallas activas, no es ajena a los terremotos. Sin embargo, los desafíos económicos del país, incluyendo la pobreza y la infraestructura inadecuada, lo hacen aún más vulnerable a los impactos de un terremoto importante.
Abordar las vulnerabilidades del país requiere una estrategia integral que no solo saque a las personas de la pobreza, sino que también fortalezca la infraestructura y la gobernanza. Filipinas debe priorizar la resiliencia y la preparación para mitigar las posibles consecuencias de "El Gran Terremoto" y otros desastres naturales. No hacerlo podría tener consecuencias graves para las poblaciones más vulnerables y exacerbar las desigualdades sociales existentes. Es crucial que el gobierno y las comunidades trabajen juntos para proteger vidas y salvaguardar el futuro del país.