Terremoto devastador sacude el noroeste de China: 126 muertos, 700 heridos en el terremoto más mortífero en nueve años.
Un poderoso terremoto golpeó el noroeste de China, dejando un rastro de devastación y cobrándose la vida de más de 120 personas. El terremoto de magnitud 6.2 sacudió las provincias de Gansu y Qinghai, causando daños extensos en viviendas e infraestructuras. Con más de 700 personas heridas y las líneas de comunicación interrumpidas, los equipos de rescate están trabajando incansablemente para encontrar sobrevivientes entre los escombros. Las réplicas continúan sacudiendo la región afectada, aumentando el miedo e incertidumbre. La mala calidad de los edificios y el momento del terremoto agravaron las víctimas. Este trágico evento destaca la necesidad de una mejor infraestructura y preparación para mitigar el impacto de futuros desastres naturales.
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Un poderoso terremoto sacudió el noroeste de China, resultando en la muerte de al menos 126 personas, convirtiéndolo en el terremoto más mortal del país en nueve años. El terremoto de magnitud 6.2 ocurrió tarde en la noche, causando daños extensos en viviendas e infraestructuras en las provincias de Gansu y Qinghai. Más de 700 personas resultaron heridas y las líneas de energía y comunicación se vieron interrumpidas. Equipos de rescate buscaban sobrevivientes en edificios colapsados y deslizamientos de tierra, mientras que los residentes desplazados buscaban refugio en tiendas de campaña. Réplicas continuaron ocurriendo, aumentando el miedo e incertidumbre de la población afectada.
El terremoto ocurrió a una profundidad relativamente superficial de 10 kilómetros, causando sacudidas y destrucción significativa. La baja calidad de las construcciones en la zona y el momento del terremoto durante la noche contribuyeron aún más al alto número de víctimas. La región remota y montañosa, con grupos étnicos predominantemente musulmanes y comunidades tibetanas cercanas, se encuentra en la parte noroeste de China. Las duras condiciones invernales, con temperaturas por debajo del punto de congelación, plantearon desafíos adicionales para los esfuerzos de rescate y ayuda. El líder chino Xi Jinping llamó a una búsqueda y rescate exhaustiva para minimizar más pérdidas de vidas.
Personal de emergencia, incluyendo bomberos, soldados y oficiales de policía, fueron enviados a las áreas afectadas. Se enviaban tiendas de campaña, camas plegables, edredones y otros suministros para apoyar a los afectados. El terremoto sirve como un trágico recordatorio de la frecuente actividad sísmica en el oeste de China, dado su ubicación en el borde oriental del Plateau Tibetano. Este evento marca el terremoto más mortal en el país desde 2014 y resalta la necesidad continua de mejorar la infraestructura y las medidas de preparación para mitigar el impacto de tales desastres naturales.