Violencia desatada: "Los Pulpos", "La Jauría" y otras organizaciones criminales siembran terror en la minera Poderosa en Pataz
La masacre en la minera Poderosa en Pataz ha dejado al descubierto la presencia peligrosa de seis organizaciones criminales en esta zona rica en oro de La Libertad. Conocidas como "Los Pulpos", "La Jauría", "Los 80", "Los Malditos de Río Seco", "Gato Cote" y la "Gota Norteña", estas bandas están aterrorizando a la población y perjudicando gravemente la economía local.
Las autoridades ya conocían a estas organizaciones por su actividad de extorsión en el norte del país. Sin embargo, durante la pandemia y ante la falta de nuevas víctimas, se habrían convertido en seguridad para las minas informales. Esto revela la falta de presencia policial y judicial en Pataz, donde no hay comisaría ni Fiscalía. Las bandas delictivas han aprovechado esta situación para operar impunemente y sembrar el caos en la región.
La masacre en la minera Poderosa es un triste recordatorio de la violencia en esta zona rica en recursos naturales. Es urgente que el gobierno tome medidas para frenar esta situación y proteger a los ciudadanos y empresas. No podemos permitir que la violencia se convierta en la norma en una sociedad
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar
asesoramiento y
gestión comercial en el ámbito de seguros y
reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente masacre en la minera Poderosa en Pataz ha puesto en evidencia la peligrosa presencia de al menos seis organizaciones criminales en esta zona alejada, pero rica en oro, de la provincia de La Libertad. Conocidas como "Los Pulpos", "La Jauría", "Los 80", "Los Malditos de Río Seco", "Gato Cote" y la "Gota Norteña", estas bandas están sembrando el terror entre la población y afectando gravemente al sector económico de la región.
Para las autoridades, estas organizaciones criminales ya eran conocidas por su actividad de cobro de cupos en el norte del país. Sin embargo, tras la pandemia y la falta de nuevas víctimas en su radar, se habrían convertido en los "chalecos" o personal de seguridad de las mineras informales. Este hecho pone en evidencia la falta de seguridad y la ausencia de presencia policial y fiscal en Pataz, donde no existe una comisaría ni una sede de la Fiscalía. Las bandas delictivas han aprovechado esta situación para operar impunemente y sembrar el caos en la región.
La masacre en la minera Poderosa es un triste recordatorio de la violencia que impera en esta zona rica en recursos naturales. La falta de seguridad y la negligencia de las autoridades han permitido que estas organizaciones criminales tomen el control y causen estragos en la población y la economía local. Es urgente que el gobierno tome medidas para frenar esta situación y brinde protección a los ciudadanos y a las empresas que operan en la zona. La violencia no puede convertirse en la norma en una sociedad que busca progresar y desarrollarse.