Los enemigos conservadores de Henry Kissinger podrían reírse al final si Trump regresa: un cambio del internacionalismo conservador al unilateralismo nacionalista.

Los enemigos conservadores de Henry Kissinger podrían reírse al final si Trump regresa: un cambio del internacionalismo conservador al unilateralismo nacionalista.

El reciente fallecimiento de Henry Kissinger ha reavivado los debates sobre su legado y el futuro de la política exterior conservadora. Mientras algunos lo aclaman como una figura legendaria, otros lo ven como un símbolo vacío de prestigio. Curiosamente, Kissinger enfrentó críticas no solo de liberales, sino también de conservadores que no estaban de acuerdo con su enfoque de Realpolitik. Críticos como Ronald Reagan lo culparon por la distensión con la Unión Soviética y la apertura hacia China. Esto marcó un cambio hacia el unilateralismo nacionalista dentro del Partido Republicano. La ideología de "Estados Unidos Primero" de Donald Trump se alinea con este cambio, rechazando las preocupaciones sobre el orden global y abrazando el interés propio. Si Trump regresa al poder, podría ser una victoria para los enemigos conservadores de Kissinger.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 01.12.2023
El reciente fallecimiento de Henry Kissinger, a los 100 años de edad, ha generado una serie de reacciones, resaltando su estatus como una figura mítica. Mientras que algunos lo veían como un símbolo del imperialismo estadounidense o una presencia perdurable en los círculos sociales y mediáticos, otros lo consideraban un símbolo vacío de prestigio cuyos triunfos y crímenes se desvanecieron con el tiempo. Curiosamente, durante su apogeo, Kissinger enfrentó críticas no solo de la izquierda y el centro, sino también de la derecha, especialmente en el debate sobre la política exterior conservadora. Estos enemigos conservadores podrían tener la última risa si Donald Trump regresa a la Casa Blanca. A menudo se olvida que algunos de los críticos más feroces de Kissinger no eran liberales, sino conservadores que no estaban de acuerdo con su enfoque de la política exterior. Ellos creían que su enfoque de Realpolitik, que se centraba en alianzas y en mantener el orden global, era una forma débil e inmoral de llevar los asuntos. Ronald Reagan y sus seguidores, por ejemplo, culparon a Kissinger por la política de distensión con la Unión Soviética y la apertura diplomática hacia China, así como por su percibida debilidad al perseguir la guerra en el sudeste asiático. Este desafío al internacionalismo conservador de Kissinger marcó el comienzo de un cambio hacia el unilateralismo nacionalista en el Partido Republicano. El enfoque de "América Primero" de Donald Trump en la política exterior se alinea con este unilateralismo nacionalista, rechazando el concepto de "poder blando" a través de la diplomacia y las organizaciones internacionales. Trump y sus seguidores priorizan el interés propio de Estados Unidos por encima de todo, dispuestos a utilizar la fuerza militar sin dudarlo para proteger a América. Esto representa un rechazo definitivo al internacionalismo conservador, que enfatiza mantener el orden global a través de alianzas y compromisos. Si bien Kissinger también creía en el uso de la fuerza militar como disuasión, la falta de preocupación de Trump por los problemas del orden global le permite personificar de manera más convincente la teoría del "loco" que Kissinger nunca podría hacer. En conclusión, la muerte de Kissinger ha puesto atención en su legado complejo, con algunos viéndolo como un símbolo y otros como una figura despiadada en la política exterior estadounidense. Sin embargo, vale la pena señalar que sus enemigos conservadores, quienes criticaron su enfoque de la política exterior, podrían ver prevalecer sus ideas si Trump regresa al poder. Con la ideología de "América Primero" de Trump rechazando el internacionalismo y abrazando el unilateralismo nacionalista, parece que la era del internacionalismo conservador defendido por Kissinger está desvaneciéndose.
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