"La ultraderecha de Milei utiliza las fake news como estrategia para avanzar en el juego político"
En el reino de Milei, el candidato ultraderechista ha hecho de las noticias falsas su arma de campaña. Desde afirmar apoyos de Messi hasta crear una narrativa de fraude electoral sin pruebas, la ultraderecha ha encontrado en la difusión de noticias falsas una estrategia política sin ética. Utilizando las redes sociales, Milei ha difundido información falsa para desestabilizar y ganar influencia. Los expertos señalan que en sociedades divididas, estas noticias circulan más rápido y tienen un mayor impacto. Es urgente que el arco político se comprometa a combatir este problema y establecer acuerdos éticos para proteger la democracia de la desinformación y la violencia política.
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En el reino de Milei, las noticias falsas se han vuelto moneda corriente en la campaña electoral. El candidato ultraderechista no tiene reparos en difundir información falsa a través de las redes sociales, desde postear supuestos apoyos de Lionel Messi hasta alimentar una "narrativa del fraude electoral" sin ninguna prueba. La ultraderecha ha encontrado en la difusión de noticias falsas una estrategia para avanzar en el juego político, sin importar los límites éticos.
En su afán por desestabilizar y ganar influencia, Milei ha utilizado las redes sociales como herramienta para difundir noticias falsas en su favor. Desde inventar mentiras que involucran a reconocidas figuras como Messi, hasta utilizar imágenes manipuladas y cuentas falsas para desprestigiar a sus oponentes políticos. La velocidad y facilidad con la que se construyen estas fake news son características que la ultraderecha utiliza para influir en la construcción de un sentido común favorable a sus intereses.
Expertos en política y tecnología señalan que las noticias falsas siempre han existido y seguirán existiendo en cualquier sociedad sin consenso. Sin embargo, en un contexto de división y fragmentación social, estas noticias falsas circulan más rápido y tienen un mayor impacto. Además, la viralización instantánea y la incomodidad de verificar la información facilitan la difusión de las fake news. Es necesario que el arco político se comprometa a combatir este problema y se establezcan acuerdos éticos para evitar que la violencia política y la desinformación pongan en riesgo la democracia.