Carrera contra el tiempo: Pueblo pesquero islandés al borde mientras un volcán activo amenaza con erupcionar, a los residentes se les da solo 5 minutos para huir.

Carrera contra el tiempo: Pueblo pesquero islandés al borde mientras un volcán activo amenaza con erupcionar, a los residentes se les da solo 5 minutos para huir.

Los residentes de la pequeña villa pesquera islandesa de Grindavik están en alerta máxima debido a la amenaza de una erupción volcánica inminente. La actividad volcánica en la península de Reykjanes, que había estado inactiva durante 800 años, despertó en 2020 y entró en erupción el año pasado. Los recientes terremotos, incluyendo un asombroso número de 24,000 solo el 10 de noviembre, han generado preocupación por otra explosión. Han surgido grietas profundas, dividiendo calles y desarraigando edificios. La Oficina Meteorológica de Islandia ha advertido de una "probabilidad significativa" de una erupción en los próximos días. Con solo cinco minutos para recoger sus pertenencias, los residentes están siendo evacuados, sin saber cuándo podrán regresar a sus hogares. Los funcionarios de emergencia están trabajando incansablemente para garantizar su seguridad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Los residentes de un pequeño pueblo pesquero islandés están experimentando la angustiante realidad de vivir cerca de un volcán activo. Con la amenaza de una erupción volcánica inminente, a los habitantes de Grindavik se les ha dado solo cinco minutos para correr a casa y coger sus pertenencias antes de evacuar. El volcanismo en la Península de Reykjanes, que había estado inactivo durante 800 años, despertó en 2020 y entró en erupción un año después. Ahora, una serie de terremotos en la última semana, incluidos 24,000 solo el 10 de noviembre, ha generado preocupación de que el volcán pueda estallar nuevamente. Han aparecido profundas grietas en la tierra alrededor de Grindavik, dividiendo calles, arrancando edificios e incluso cerrando el popular punto turístico, el Blue Lagoon. La Oficina Meteorológica de Islandia ha advertido de una "probabilidad significativa" de una erupción volcánica en los próximos días. Los funcionarios de emergencia están trabajando incansablemente para garantizar la seguridad de los 3,000 habitantes del pueblo y les han informado que es posible que no puedan regresar a sus hogares durante días. A medida que la tensión aumenta, a los residentes se les ha dado una breve ventana de solo cinco minutos para recuperar sus objetos de valor y necesidades básicas de sus hogares. Con cada área del pueblo asignada a un horario específico, la operación está siendo monitoreada de cerca por la policía para garantizar la seguridad de todos. Las carreteras en la zona permanecen cerradas y los evacuados se están reuniendo en un estacionamiento cerca del lugar de la erupción anterior. Aunque los vuelos hacia y desde el aeropuerto internacional de Islandia no se han visto afectados, el código de color de aviación para la región suroeste sigue siendo naranja, lo que indica una inquietud moderada. Vivir en un país con más de 130 volcanes, la mayoría de los cuales son activos, los islandeses no son ajenos a la naturaleza impredecible de la actividad volcánica. La Península de Reykjanes se encuentra sobre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia y es propensa a terremotos a medida que las placas se separan, permitiendo que el magma suba a la superficie. Los expertos creen que una erupción es inminente, con el magma en movimiento una vez más. Sin embargo, no anticipan una repetición de la erupción de Eyjafjallajökull en 2010, que causó interrupciones generalizadas en los viajes aéreos en Europa. Se espera que la erupción actual sea pequeña a moderada, siendo el flujo de lava la principal preocupación. Si bien la situación sigue siendo tensa, los científicos y funcionarios están haciendo todo lo posible para predecir y prepararse para la posible erupción. La imprevisibilidad de la actividad volcánica añade un elemento de incertidumbre, pero los expertos confían en que, incluso en el peor de los casos, el impacto no será tan devastador como en erupciones históricas. La esperanza es que el volcán se calme, pero hasta entonces, los residentes y las autoridades deben permanecer vigilantes y listos para responder a cualquier cambio.
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