Los inversores reevalúan la diligencia debida a medida que la quiebra de WeWork expone riesgos: ¿Lecciones aprendidas o la misma historia de siempre?
WeWork, la popular compañía de espacios de trabajo compartidos, ha presentado una solicitud de quiebra bajo el Capítulo 11, uniéndose a la lista de otros favoritos de capital de riesgo que han sufrido un destino similar. Esto ha llevado a las firmas de inversión a replantearse sus procesos de diligencia debida antes de invertir dinero en startups. La quiebra de WeWork, junto con FTX, BlockFi Inc., y Vice Media LLC, ha hecho que los capitalistas de riesgo sean más cautelosos y no se dejen influenciar únicamente por fundadores carismáticos con historias impresionantes. Ahora están comprendiendo la importancia de evaluar minuciosamente las empresas en lugar de dejarse deslumbrar por líderes encantadores. El fracaso de WeWork puede atribuirse en parte al impacto de la pandemia en el trabajo presencial, pero los expertos creen que se debió principalmente a una evaluación inadecuada por parte de los patrocinadores. En consecuencia, estos seguidores de capital de riesgo ahora están en la parte inferior de la lista de prioridades en los procedimientos de quiebra. Esta tendencia de pasar por alto la diligencia debida está siendo criticada y se insta a la industria de capital de riesgo a ejercer un mayor escrutinio y reconsiderar sus estrategias. Los días de asumir grandes riesgos sin una evaluación adecuada pueden estar llegando a su fin a medida que los inversores enfrentan las consecuencias de sus fracasos. Sin embargo, hay escépticos que dudan de si esto traerá cambios significativos en el comportamiento. Solo el tiempo dirá si la quiebra de WeWork realmente conducirá a un cambio fundamental en el panorama del capital de riesgo.
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WeWork, la empresa de coworking que alguna vez estuvo en la cima, ha presentado una solicitud de quiebra bajo el Capítulo 11, uniéndose a la lista de otros favoritos del capital de riesgo que han sufrido un destino similar. Este último fracaso está haciendo que las firmas de inversión reevalúen sus procesos de debida diligencia antes de invertir dinero en startups. La quiebra de WeWork, FTX, BlockFi Inc. y Vice Media LLC está obligando a los capitalistas de riesgo a ser más cautelosos y no dejarse influir únicamente por fundadores audaces con historias audaces. Los inversores están comprendiendo la necesidad de examinar minuciosamente las empresas, en lugar de distraerse con líderes carismáticos.
El declive de WeWork se puede atribuir en parte al impacto de la pandemia de Covid-19 en el trabajo en oficinas. Sin embargo, los expertos creen que el fracaso de la empresa se debe principalmente a que sus patrocinadores no evaluaron completamente sus inversiones. Como resultado, los patrocinadores de capital de riesgo de WeWork ahora están en la parte inferior de la lista de prioridades en el proceso de quiebra. Parece que los inversores estaban dispuestos a asumir riesgos significativos, depositando su confianza en Adam Neumann, el carismático fundador de WeWork, y pasando por alto las debilidades en el negocio subyacente de la empresa. Esta tendencia de pasar por alto la debida diligencia ahora está siendo criticada y examinada con detenimiento.
La industria del capital de riesgo tiene un fuerte apetito por el riesgo, impulsado por el deseo de construir y cambiar algo a gran escala. Sin embargo, los crecientes fracasos y críticas están comenzando a afectar esta mentalidad. Ahora se insta a los capitalistas de riesgo a ejercer una debida diligencia más significativa y reconsiderar sus estrategias a futuro. Los días de hacer grandes apuestas sin una evaluación exhaustiva podrían estar llegando a su fin, ya que los inversores enfrentan las consecuencias de sus fracasos. Sin embargo, hay escépticos que creen que este patrón se ha repetido en el pasado sin cambios significativos en el comportamiento. El tiempo dirá si las lecciones aprendidas de la quiebra de WeWork conducirán a un cambio fundamental en la industria del capital de riesgo.