Diseñando para el desastre: Consejos de expertos para arquitectos y diseñadores sobre la prevención de catástrofes y el cambio de responsabilidad.
En la última edición de nuestra serie Diseñando para el Desastre, el experto en desastres Ilan Kelman comparte algunos consejos valiosos para diseñadores y arquitectos. Según Kelman, las decisiones tomadas por estos profesionales tienen un impacto significativo en el desempeño de la infraestructura durante una crisis. Sugiere que en lugar de diseñar edificios que puedan resistir todas las catástrofes imaginables, es importante encontrar un equilibrio entre diferentes necesidades. Esto incluye enfocarse en sistemas de alerta, rutas de evacuación y opciones de refugio para todos los afectados por desastres. Además, Kelman cuestiona la noción de "desastres naturales", argumentando que en realidad son el resultado de decisiones sociales. Destaca la importancia de evitar esta frase para transferir la responsabilidad a aquellos que tienen el poder de prevenir desastres. Kelman también enfatiza la amenaza que representa el cambio climático causado por el ser humano, especialmente en términos de olas de calor más intensas. Insta a los diseñadores a tomar decisiones que demuestren que los desastres no son inevitables, pero reconoce los desafíos que enfrentan debido a sistemas y expectativas sociales más amplias. En última instancia, Kelman alienta a los diseñadores y arquitectos a desempeñar un papel crucial en la creación de un futuro donde se eviten los desastres y se priorice el bienestar de las personas.
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En la última entrega de nuestra serie Diseñando para el Desastre, Ilan Kelman, experto en desastres, brinda valiosos consejos para diseñadores y arquitectos sobre cómo prevenir catástrofes. Kelman enfatiza que las decisiones tomadas por los profesionales del diseño, desde los materiales de construcción hasta los estándares de diseño, desempeñan un papel crucial en determinar cómo se desempeña la infraestructura bajo presión.
Kelman aboga por reconocer los límites de las estructuras y planificar cuando se superan esos límites. Si bien puede ser tentador diseñar edificios que puedan resistir todo lo que la naturaleza les arroje, dichas estructuras pueden no ser prácticas o cómodas para el uso diario. En su lugar, sugiere encontrar un equilibrio entre diferentes necesidades y centrarse en proporcionar sistemas de advertencia adecuados, rutas de evacuación y opciones de refugio para todas las personas afectadas por desastres.
Además, Kelman desafía la noción de "desastres naturales", argumentando que los desastres no son naturales, sino el resultado de decisiones sociales. Destaca la importancia de evitar esta frase para transferir la responsabilidad a aquellos con el poder y los recursos para prevenir desastres. Además, Kelman destaca el impacto del cambio climático causado por el ser humano, especialmente en términos de olas de calor más intensas que representan una amenaza significativa para la infraestructura y la vida humana.
En última instancia, Kelman insta a los profesionales del diseño a tomar decisiones que demuestren que los desastres no son inevitables. Sin embargo, reconoce los desafíos que enfrentan debido a los sistemas y expectativas sociales más amplios. Hace hincapié en la necesidad de abordar múltiples preocupaciones simultáneamente, como construir estructuras autosuficientes y resistentes al clima al tiempo que se garantiza la inclusión social y la equidad.
A través de sus ideas, Kelman anima a los diseñadores y arquitectos a desempeñar un papel fundamental en la configuración de un futuro donde se eviten los desastres y se priorice el bienestar de las personas.