El cambio climático sacude a la industria de seguros: los crecientes costos, las áreas riesgosas y la innovación necesaria para la sostenibilidad.

El cambio climático sacude a la industria de seguros: los crecientes costos, las áreas riesgosas y la innovación necesaria para la sostenibilidad.

El cambio climático está causando grandes perturbaciones en la industria de seguros, ya que las aseguradoras luchan por mantenerse al día con la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos. La dependencia de registros pasados y datos empíricos para evaluar riesgos está volviéndose menos confiable frente a los impactos del cambio climático. Los crecientes costos de los incendios forestales y otros eventos relacionados con el clima están obligando a las aseguradoras privadas a aumentar las primas o retirarse de áreas en riesgo. Sin embargo, las consecuencias de que las compañías de seguros se retiren de estas áreas pueden ser de gran alcance, afectando a comunidades enteras y potencialmente creando una espiral descendente. Para abordar estos desafíos, se exige a las aseguradoras que incorporen riesgos relacionados con el clima en sus operaciones y colaboren con gobiernos, investigadores y otros actores interesados. Al ayudar a los clientes a reducir los riesgos climáticos, las aseguradoras pueden contribuir a su propia viabilidad y mantener las primas asequibles. Este cambio hacia la resiliencia climática y la reducción de riesgos es crucial para la sostenibilidad a largo plazo de la industria.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El cambio climático está causando importantes sacudidas en la industria de seguros. Con la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos, las aseguradoras están luchando por mantenerse al día con los riesgos cambiantes y ofrecer cobertura asequible en áreas propensas a desastres. La dependencia de registros pasados y datos empíricos para evaluaciones de riesgo está volviéndose menos confiable frente a los impactos del cambio climático. La incapacidad para evaluar con precisión los riesgos climáticos se puso de manifiesto después del huracán Andrew en los años 90, lo que resultó en pérdidas importantes aseguradas e insolvencia para muchas compañías de seguros. Ahora, el aumento de los costos de incendios forestales y otros eventos relacionados con el clima está obligando a las aseguradoras privadas a aumentar las primas o retirarse de áreas en riesgo. Las consecuencias de que las compañías de seguros se retiren de estas áreas son de gran alcance, afectando a comunidades enteras y potencialmente creando una espiral descendente. Si bien los subsidios gubernamentales para las primas de seguros pueden parecer una solución, pueden llevar a la sobrevaloración de propiedades y fomentar aún más el desarrollo en áreas riesgosas. El riesgo de una "burbuja de seguros-climáticos" es una preocupación creciente, con propiedades que podrían sobrevalorarse si los riesgos climáticos no se tienen en cuenta adecuadamente. Esto podría tener consecuencias similares a la crisis financiera de 2007-2008. Para abordar estos desafíos, se exige a las aseguradoras que incorporen los riesgos relacionados con el clima en sus operaciones. Los gobiernos y los organismos reguladores están aumentando la supervisión e implementando medidas para mejorar las evaluaciones de riesgo. La colaboración entre aseguradoras, gobiernos, investigadores y otros actores interesados se vuelve crucial para abordar los desafíos a largo plazo del cambio climático. Las compañías de seguros también están explorando herramientas y enfoques innovadores, como soluciones basadas en la naturaleza y la restauración de ecosistemas, para reducir el riesgo y generar impactos positivos. En este panorama de cambios rápidos, las aseguradoras están comprendiendo la necesidad de no solo garantizar su viabilidad económica, sino también ofrecer un valor social. Al ayudar a los clientes a reducir los riesgos climáticos, las aseguradoras pueden contribuir a la viabilidad de sus propios modelos de negocio y mantener las primas asequibles. Este cambio hacia la resiliencia climática y la reducción de riesgos es crucial para la sostenibilidad a largo plazo de la industria. Por lo tanto, aunque el cambio climático está perturbando la industria de seguros, también la está impulsando hacia prácticas más innovadoras y responsables.
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