Xiongan, la nueva ciudad “socialista” soñada por Xi Jinping

Xiongan, la nueva ciudad "socialista" soñada por Xi Jinping

Cinco agricultores jubilados van subidos en el autobús de línea. Tienen el rostro tostado de quienes han trabajado la tierra. Conocen bien la zona. Han vivido toda su vida en este rincón alejado del mundanal ruido al que, de pronto, ha llegado la modernidad.

Xiongan, una nueva ciudad "socialista" creada por el presidente chino Xi Jinping, se ha convertido en el último proyecto ambicioso del país. Ubicada a unos 100 kilómetros al suroeste de Pekín, esta ciudad aspira a convertirse en un polo de desarrollo económico, tecnológico y ecológico que alivie la congestión de la capital.

La visión de Xi Jinping es convertir a Xiongan en una ciudad modelo, siguiendo el ejemplo de Shenzhen y Pudong, que fueron convertidas en zonas económicas especiales en la década de 1980. Esta nueva ciudad se construirá siguiendo principios socialistas, enfocándose en el desarrollo sostenible y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

Con una extensión de aproximadamente 2,000 kilómetros cuadrados, Xiongan será tres veces más grande que Nueva York y albergará una población de hasta seis millones de personas en los próximos 20 a 30 años. Se espera que esta ciudad atraiga inversiones en áreas como la tecnología, la innovación y las industrias verdes.

El proyecto de Xiongan ha generado gran expectativa y ha atraído la atención tanto de inversionistas nacionales como internacionales. Sin embargo, también ha generado preocupaciones sobre su impacto en los agricultores locales y el posible aumento de la especulación inmobiliaria.

El gobierno chino ha asegurado que se tomarán medidas para proteger los derechos de los agricultores y evitar la especulación. Además, se está promoviendo la participación ciudadana en la planificación y desarrollo de Xiongan, con el objetivo de garantizar que los beneficios se extiendan a toda la población.

A medida que avanza la construcción de Xiongan, muchos se preguntan si esta nueva ciudad logrará cumplir con las expectativas y convertirse en un verdadero ejemplo de desarrollo socialista. El tiempo lo dirá, pero por ahora, los agricultores jubilados que viajan en el autobús de línea, contemplan con curiosidad lo que el futuro les depara en esta tierra que conocen tan bien.