El apoyo a la monarquía se dispara en Katmandú mientras miles se manifiestan por el regreso de Gyanendra.

El apoyo a la monarquía se dispara en Katmandú mientras miles se manifiestan por el regreso de Gyanendra.

Miles se manifestaron en Katmandú para apoyar el regreso del exrey Gyanendra, expresando su descontento con el actual gobierno republicano.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Mundo 10.03.2025
Miles de seguidores se reunieron en Katmandú el domingo, apoyando al ex rey Gyanendra Shah y pidiendo la reinstauración de la monarquía, casi dos décadas después de que fuera abolida. La ferviente multitud, estimada en alrededor de 10,000 personas, bloqueó la entrada principal del Aeropuerto Internacional Tribhuvan para dar la bienvenida a Gyanendra de su gira por el oeste de Nepal. Gritando consignas como “Desaloja el palacio real para el rey” y “Viva nuestro amado rey”, los manifestantes expresaron su creciente descontento con el actual gobierno republicano, que muchos sienten que ha fracasado en traer estabilidad política y prosperidad económica. La escena en el aeropuerto contrastaba marcadamente con la agitación política de 2006 que obligó a Gyanendra a renunciar a su régimen autoritario. Tras años de descontento que llevaron a protestas masivas, la monarquía fue oficialmente abolida en 2008, transformando a Nepal en una república democrática federal. Sin embargo, los últimos 15 años han visto una turbulencia política, con 13 gobiernos diferentes asumiendo el poder. Esta inestabilidad ha dejado a muchos nepaleses desilusionados y anhelando un regreso a una monarquía que creen podría restaurar el orden y la dignidad a la nación. Entre los que se manifestaban por el regreso del rey estaba Thir Bahadur Bhandari, de 72 años, quien reflejó los sentimientos de muchos ciudadanos frustrados. “Estamos aquí para dar al rey nuestro apoyo total y para respaldarlo hasta reinstaurarlo en el trono real”, dijo, enfatizando la necesidad de un cambio en el sistema político para evitar un mayor deterioro de la situación del país. Una voz notable en la multitud fue Kulraj Shrestha, un carpintero de 50 años que había participado en las protestas que llevaron al fin de la monarquía. “Lo peor que le está sucediendo al país es la corrupción masiva”, lamentó. “Estuve en las protestas que quitaron la monarquía con la esperanza de que ayudaría al país, pero me equivoqué. La nación ha empeorado, así que he cambiado de opinión.” Su cambio de lealtad subraya un sentimiento creciente entre los ciudadanos que creen que el actual marco político no está abordando problemas urgentes como la corrupción desenfrenada y el declive económico. A pesar de este aumento de apoyo, Gyanendra aún no ha comentado sobre los llamados a su regreso. Su reinado, que comenzó en 2002 tras una trágica masacre familiar, estuvo marcado por un controvertido giro hacia el poder absoluto en 2005, durante el cual disolvió el parlamento, encarceló a disidentes e impuso un estado de emergencia. Este capítulo autoritario de su reinado es una parte significativa de la historia reciente de Nepal, y aunque la nostalgia por la monarquía es evidente entre algunos ciudadanos, la posibilidad de un regreso inmediato de Gyanendra al poder sigue siendo incierta. Al concluir la manifestación, quedó claro que una facción significativa dentro de Nepal anhela el regreso a una época pasada, impulsada por un sentido de frustración sobre el actual panorama político. Este resurgimiento del sentimiento monárquico plantea importantes preguntas sobre el futuro de la gobernanza en Nepal y si el país podrá encontrar un camino hacia adelante que satisfaga tanto a quienes apoyan la monarquía como a aquellos que aún creen en los ideales de una república.
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