
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Las protestas han estallado en todo Nepal, ya que una parte significativa de la población exige la restauración de la monarquía, un sistema que fue abolido formalmente en 2008. Las recientes manifestaciones reflejan un creciente descontento con el gobierno actual liderado por el Primer Ministro K P Sharma Oli, quien ha enfrentado duras críticas por presunta corrupción y su incapacidad para cumplir con las promesas de mejora económica y desarrollo de infraestructura. El movimiento a favor de la monarquía ha salido a las calles de diversas formas, incluyendo mítines organizados en motocicleta que culminaron en una marcha simbólica hacia el antiguo Palacio Real en Durbar Marg. Los manifestantes han expresado sus sentimientos a través de lemas como "Narayanhitki Khai gara, hamra raja aaudai chhan", que se traduce como "desocupe el Palacio Real, estamos trayendo de vuelta a nuestro rey". Las demostraciones señalan un resurgimiento del sentimiento realista, especialmente entre aquellos que se sienten desilusionados por el actual panorama político. El ex rey Gyanendra Bir Bikram Shah Dev ha hecho apariciones públicas que han atraído una atención significativa, particularmente durante las recientes celebraciones del 75º Día de la Democracia. Al dirigirse al público, se posicionó como una figura unificadora capaz de llevar a la nación hacia la estabilidad y la prosperidad. Su peregrinación en Galeshwar Dham y las posteriores reuniones públicas en Pokhara han reavivado las discusiones sobre el papel de la monarquía en la sociedad nepalí. Sus seguidores lo recibieron con cánticos e incluso desvelaron una estatua de su predecesor, solidificando aún más la nostalgia por la monarquía entre ciertos sectores. En marcado contraste, el Primer Ministro Oli ha sido despectivo con los llamados a restaurar la monarquía, reiterando que tal movimiento no es factible. Ha sugerido que el ex rey debería considerar formar un partido político si cree que aún cuenta con apoyo popular. Esta declaración subraya una división significativa entre el gobierno y los manifestantes realistas, con la administración de Oli enfrentando un creciente escrutinio por su manejo del gobierno. Los críticos del gobierno de Oli no solo han expresado su insatisfacción con su integridad política, sino que también han planteado preocupaciones sobre su política exterior cambiante. El gobierno de Oli ha mostrado una inclinación pronunciada hacia China, firmando acuerdos bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta y afirmando reclamaciones sobre territorios en disputa que anteriormente estaban bajo control de India. Tales acciones han levantado cejas tanto a nivel nacional como internacional, complicando aún más el clima político en Nepal. El legado de la monarquía en Nepal está profundamente entrelazado con la tumultuosa historia del país, particularmente tras la insurgencia maoísta que finalmente llevó a la abolición de la monarquía. La agitación política de las últimas décadas ha dejado a Nepal en un estado de inestabilidad continua, con múltiples líderes incapaces de completar mandatos completos. Este ciclo de incertidumbre política ha alimentado un anhelo entre algunos segmentos de la sociedad por un retorno a lo que perciben como una estructura de gobierno más estable y familiar. El ex Primer Ministro Madhav Kumar Nepal y el presidente del CPN-Maoísta Centro, Pushpa Kamal Dahal 'Prachanda', han expresado sentimientos similares a los de Oli, enfatizando que la monarquía es un vestigio del pasado y que el poder, una vez sostenido por el rey, fue reclamado por el pueblo a través de la lucha. Sus comentarios reflejan la narrativa política más amplia que busca reforzar la legitimidad de la república mientras se opone al sentimiento pro-monárquico. A medida que las protestas continúan y la brecha entre los partidarios de la monarquía y el gobierno actual se amplía, queda por ver cómo evolucionará el panorama político en Nepal. Las llamadas para la restauración de la monarquía subrayan un desafío significativo para la administración de Oli, que debe lidiar no solo con las demandas de una oposición cada vez más vocal, sino también con la cuestión sobre la identidad nacional y el gobierno en un mundo que cambia rápidamente.