La familia real se prepara para un importante aumento salarial en medio de luchas económicas y debate público.

La familia real británica está lista para disfrutar de un aumento significativo en su salario en los próximos años, lo que plantea preguntas sobre las implicaciones tanto para la monarquía como para el contribuyente británico. Con su situación financiera permaneciendo relativamente opaca, estimaciones de fuentes como Forbes sugieren que la riqueza de la familia real ronda los 28 mil millones de dólares. A pesar de esto, el rey Carlos III ocupa solo el puesto 258 en la lista de ricos del Sunday Times, con un patrimonio personal estimado en 610 millones de libras (747 millones de dólares), quedando por detrás de figuras empresariales prominentes. Los ingresos de la monarquía provienen de tres fuentes principales: la Subvención Soberana, el Ducado de Cornualles y el Ducado de Lancaster. La Subvención Soberana, financiada por los contribuyentes británicos, tiene como objetivo apoyar los deberes oficiales de los royales y mantener las residencias reales. Actualmente, la familia recibe alrededor de 86.3 millones de libras (105.6 millones de dólares) anuales de esta fuente, pero esta cifra está destinada a aumentar en un 53% hasta 132 millones de libras (161.6 millones de dólares) en abril de 2025, lo que se traduce en 45 millones de libras adicionales (55 millones de dólares). El aumento en la financiación ha suscitado debates en todo el Reino Unido sobre su justificación, particularmente en medio de una crisis del costo de la vida y desafíos económicos continuos. Los críticos argumentan que los fondos podrían ser mejor asignados a servicios públicos como la salud y la vivienda. Sin embargo, el experto real Richard Fitzwilliams sostiene que la financiación adicional es esencial para mantener el Palacio de Buckingham, que está sometido a extensas renovaciones que costarán alrededor de 369 millones de libras (451 millones de dólares), en su mayoría financiadas por los contribuyentes. Los partidarios de la monarquía contrarrestan que la familia real contribuye significativamente a la economía británica, con estimaciones que sugieren que generan alrededor de 2.5 mil millones de libras (3 mil millones de dólares) anualmente a través del turismo y actividades relacionadas. El rey Carlos se ha comprometido públicamente a agilizar la monarquía, prometiendo recortar costos y reducir el personal. Si bien el aumento salarial puede parecer contraproducente, Fitzwilliams señala que las renovaciones conducirán en última instancia a menores costos de mantenimiento en el futuro. Además, ya se han realizado recortes significativos, particularmente tras la salida del príncipe Harry y Meghan Markle de la nómina real. El sentimiento público sobre la monarquía sigue siendo mixto. Una encuesta de Ipsos publicada en octubre de 2023 reveló que dos tercios de los británicos aún apoyan a la familia real, aunque el apoyo parece disminuir entre las demografías más jóvenes. Solo el 49% de los jóvenes de 18 a 34 años expresa opiniones favorables hacia la monarquía, en contraste con el 81% de apoyo entre aquellos de 55 años o más. La popularidad de Harry y Meghan, particularmente entre las audiencias más jóvenes, puede influir en su percepción de la institución, mientras que el príncipe Guillermo y Kate Middleton mantienen un fuerte atractivo. A medida que continúan las discusiones sobre la financiación real, las complejidades financieras de la monarquía y la respuesta del público a su huella económica seguirán siendo puntos focales en la narrativa en curso de la vida real en el Reino Unido.