La amenaza eruptiva de Whakaari/White Island crece mientras se eleva el nivel de alerta de aviación a naranja.

La amenaza eruptiva de Whakaari/White Island crece mientras se eleva el nivel de alerta de aviación a naranja.

El código de aviación de Whakaari/White Island se elevó a naranja debido a signos de actividad volcánica aumentada, lo que ha llevado a un incremento en la vigilancia y precaución.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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La situación en Whakaari/White Island ha escalado recientemente, lo que ha llevado a las autoridades a elevar el código de color aeronáutico a naranja, mientras mantienen el nivel de alerta volcánica en 2. Esta decisión subraya las crecientes preocupaciones sobre la posibilidad de un nuevo episodio eruptivo en este volcán activo, situado frente a la costa de la Isla Norte de Nueva Zelanda. El sistema de códigos de color aeronáutico, diseñado principalmente para la comunidad de aviación civil, categoriza la actividad volcánica en cuatro niveles: verde, que indica un estado normal y no eruptivo; amarillo, para signos de inquietud; naranja, que significa inquietud elevada o una erupción volcánica en curso con emisión limitada de ceniza; y rojo, que señala una erupción inminente con una liberación sustancial de ceniza anticipada. La reciente elevación a naranja refleja un aumento de la inquietud en Whakaari/White Island, sugiriendo que podría ocurrir una posible erupción. Durante un vuelo rutinario de medición de gases el 14 de diciembre, los científicos notaron cambios significativos en las emisiones del respiradero activo. Según la volcanóloga Dra. Frances Mazot, el vuelo detectó niveles más altos de ceniza volcánica en comparación con mediciones anteriores tomadas solo una hora antes. Además, las observaciones por satélite corroboraron estos hallazgos, indicando un aumento general en las emisiones de dióxido de azufre (SO2) y dióxido de carbono (CO2) del volcán. "Durante el vuelo de medición de gases, observamos emisiones menores de ceniza volcánica junto con un aumento en las tasas de emisión de gases", explicó la Dra. Mazot. El 10 de diciembre, también se registró un mayor penacho de vapor y gas, visible en webcams e imágenes satelitales de varias ubicaciones de la región, incluyendo Whakatāne y Te Kaha. A pesar del aumento de actividad, la Dra. Mazot señaló que las emisiones de ceniza aún no han sido confirmadas visualmente por el equipo de monitoreo en uso, incluyendo las webcams de GNS y los análisis de las imágenes satelitales de Metservice. Sin sensores directos en la isla, los científicos dependen en gran medida de cámaras remotas y datos satelitales para observar cambios en el comportamiento volcánico. Los recientes cambios en la actividad volcánica sugieren que un nuevo magma podría estar influyendo en la inquietud actual. "Estamos planificando un vuelo de observación para recopilar más datos y monitorear posibles cambios en el área del cráter", agregó la Dra. Mazot, destacando la importancia de la observación continua. El aumento de la actividad volcánica es consistente con los niveles de inquietud moderada a elevada observados en Whakaari a principios de este año. La Dra. Mazot enfatizó la imprevisibilidad del comportamiento volcánico, advirtiendo que la situación podría escalar nuevamente a niveles vistos en erupciones anteriores, que pueden ocurrir con poca o ninguna advertencia. El grupo de monitoreo de volcanes de GNS Science, junto con el centro nacional de monitoreo de geohazards, continúa observando de cerca Whakaari/White Island en busca de cambios adicionales. La Dra. Mazot aseguró al público que se proporcionarán actualizaciones a medida que nueva información esté disponible. Mientras tanto, GNS ha aconsejado a quienes se encuentran en las áreas circundantes que permanezcan alerta y sigan las directrices sobre los posibles impactos de los penachos de vapor y gas, en caso de que lleguen a la costa. La situación sigue siendo fluida, subrayando la necesidad de un monitoreo continuo y precaución entre residentes y visitantes por igual.

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