Temporada de huracanes récord deja a los floridanos reflexionando sobre desafíos sin precedentes.

Temporada de huracanes récord deja a los floridanos reflexionando sobre desafíos sin precedentes.

La temporada de huracanes de 2024 registró 18 tormentas, 11 huracanes y tuvo impactos significativos en Florida, particularmente por Helene y Milton, lo que ha llevado a esfuerzos de recuperación en curso.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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A medida que cae el telón de la temporada de huracanes del Atlántico 2024, que finalizó oficialmente el 30 de noviembre, los floridanos se ven obligados a reflexionar sobre un período tumultuoso marcado por eventos climáticos históricos. Este año, el Atlántico registró asombrosos 18 tormentas nombradas, que incluyeron 11 huracanes, de los cuales cinco alcanzaron el estatus de huracán mayor, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). La temporada fue particularmente desafiante para los residentes de Florida, especialmente con los huracanes Helene y Milton dejando su huella en el estado. Con cinco tormentas tocando tierra a lo largo de la costa del Golfo, esta temporada empata con 2005 y 2020 como la segunda con más huracanes que impactaron la región en un solo año, justo detrás del récord establecido en 1886. Una de las tormentas más destacadas fue el huracán Beryl, que rompió récords al convertirse en el huracán más temprano en formarse en el Atlántico, superando el récord anterior que tenía el huracán Emily en 2005. Beryl tocó tierra inicialmente como una tormenta de categoría 4 de alto nivel el 1 de julio en Granada, antes de intensificarse a categoría 5 mientras avanzaba por el Caribe oriental. Finalmente, llegó a Texas el 8 de julio como un huracán de categoría 2 debilitado, demostrando la naturaleza impredecible de estas tormentas. El huracán Debby siguió, tocando tierra en Steinhatchee, Florida, el 5 de agosto como un huracán de categoría 1, causando apagones generalizados y fuertes lluvias que provocaron impactos significativos por marejadas en todo el Big Bend de Florida y en el sur de Georgia. Sin embargo, fue el huracán Helene, que tocó tierra el 26 de septiembre como un huracán de categoría 4, el que resultó ser la tormenta más mortal de la temporada. Con más de 150 vidas perdidas, principalmente en Carolina del Norte y del Sur, el camino destructivo de Helene incluyó inundaciones por marejadas significativas a lo largo de la costa oeste de Florida, dejando un rastro de devastación a su paso. La temporada alcanzó su punto máximo con el huracán Milton, que tocó tierra cerca de Siesta Key el 9 de octubre como un huracán de categoría 3. Milton fue notable por su rápida intensificación, con velocidades de viento que aumentaron de 90 mph en solo 24 horas, lo que llevó a impactos catastróficos en el este y centro de Florida. Su secuela incluyó daños severos por marejadas, inundaciones extensas y un brote de tornados que generó 46 tornados en todo el estado. Las lluvias torrenciales, con totales de 10 a 15 pulgadas en algunas áreas, resultaron en ríos y arroyos desbordados, lo que llevó a esfuerzos de recuperación en curso tras su paso. Después de Milton, se formaron los sistemas tropicales Rafael y Sara, pero no impactaron directamente a Florida Central. En cambio, contribuyeron a un aumento de la lluvia y la humedad en la región, destacando los efectos persistentes de la temporada de huracanes. A medida que los floridanos comienzan el arduo camino de recuperación y limpieza, la temporada de huracanes 2024 sirve como un recordatorio contundente de la creciente intensidad y frecuencia de las tormentas tropicales en los últimos años. Con científicos y meteorólogos prediciendo que el cambio climático continuará desempeñando un papel significativo en estos patrones climáticos, el estado debe permanecer vigilante, preparado y resiliente ante futuras tormentas. A medida que los vecindarios se unen para restaurar sus comunidades, las lecciones aprendidas de esta temporada récord sin duda darán forma a las estrategias de preparación para desastres en el futuro.

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