Mercados de animales urbanos en Nueva York: ¿un caldo de cultivo para la próxima pandemia?

Mercados de animales urbanos en Nueva York: ¿un caldo de cultivo para la próxima pandemia?

Los mercados de animales vivos urbanos en Nueva York generan preocupaciones de salud, lo que ha llevado a expertos a emitir advertencias sobre los posibles riesgos de pandemia y la insuficiencia de regulaciones.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud 09.09.2024

En el corazón de la ciudad de Nueva York, un fenómeno preocupante se desarrolla en los bulliciosos vecindarios de Queens y más allá: los mercados de animales urbanos. Estos establecimientos, donde se venden aves de corral vivas y otros animales para consumo, han encendido alarmas entre los expertos en salud pública, quienes advierten que podrían convertirse en focos de la próxima pandemia. Dentro de estos mercados, las condiciones pueden ser terribles. Miles de pollos, patos y otros animales a menudo están apiñados en pequeñas jaulas, creando un ambiente sórdido lleno de desechos y el inconfundible hedor de la muerte. La escalofriante realidad de los suelos ensangrentados, las plumas esparcidas y los sonidos de animales angustiados es demasiado cercana para muchos residentes. Sin embargo, estos mercados se encuentran a solo unas cuadras de casas y escuelas, lo que plantea riesgos potenciales para la salud que a menudo se pasan por alto. A medida que la gripe aviar continúa extendiéndose por todo el mundo, la presencia de estos mercados de animales vivos genera alertas tanto para científicos como para funcionarios de salud pública. Las aves, que pueden portar patógenos peligrosos, se mantienen en estrecha proximidad a otros animales, creando un caldo de cultivo para la transmisión viral. El temor es que la próxima enfermedad zoonótica—una que salta de los animales a los humanos—podría surgir de estos mismos entornos. De hecho, brotes anteriores ya han obligado a los operadores locales a sacrificar rebaños infectados y cerrar temporalmente sus establecimientos, pero las regulaciones que realmente aseguren la seguridad pública siguen siendo lamentablemente inadecuadas. Un estudio de expertos de Harvard documentó los riesgos significativos para la salud que presentan los mercados de animales vivos a nivel global, incluidos aquellos dentro de los Estados Unidos. Descubrieron que las regulaciones actuales no se alinean con los peligros potenciales que representan estos mercados. Ann Linder, directora asociada del Programa de Derecho y Política Animal de la Facultad de Derecho de Harvard, lamentó la falta general de conciencia sobre estos riesgos, incluso entre funcionarios federales. La continua propagación de la gripe aviar, que recientemente ha afectado a poblaciones de ganado y humanos, subraya la urgencia de abordar estas preocupaciones. En Nueva York, las apuestas son particularmente altas. Con millones de aves vendidas anualmente en mercados vivos, la probabilidad de brotes aumenta. Sin embargo, muchos trabajadores de los mercados y clientes no son conscientes de los riesgos involucrados. En algunos casos, los trabajadores operan sin mascarillas mientras sacrifican aves en el lugar, exponiéndose a sí mismos y a los clientes a patógenos transmitidos por el aire. La preocupante realidad es que muchos consumidores transportan sin saber bacterias y virus a casa, poniendo en riesgo a sus familias. Las autoridades locales tienen mecanismos de supervisión, con inspecciones destinadas a hacer cumplir los estándares de higiene y sanidad. Sin embargo, los informes revelan que estas inspecciones a menudo descubren deficiencias críticas, que van desde equipos no esterilizados hasta infestaciones de plagas. Con demasiada frecuencia, se permite que los mercados permanezcan abiertos a pesar de violaciones repetidas, imponiendo solo multas mínimas por incumplimiento. Los llamados a la reforma resuenan con más fuerza a medida que se avecina el potencial de un desastre. Políticos como la asambleísta Linda B. Rosenthal han presentado proyectos de ley destinados a cerrar estos mercados para prevenir la aparición de enfermedades zoonóticas. Aunque tales medidas han enfrentado resistencia política y comunitaria—en gran parte debido a prácticas culturales y religiosas que dictan métodos específicos de sacrificio animal—los defensores enfatizan la necesidad de un equilibrio entre la tradición y la salud pública. Algunos proponen un enfoque alternativo: implementar regulaciones más estrictas que podrían mitigar los riesgos sin cerrar completamente los mercados. Esto podría incluir exigir a los mercados que limiten el número de especies alojadas juntas o que se implementen protocolos de limpieza rigurosos y medidas de protección para el personal. En este debate en curso sobre el futuro de los mercados de animales vivos en Nueva York, la preocupación general sigue siendo clara: sin cambios significativos, el próximo brote viral podría estar a la vuelta de la esquina. Como advierten los expertos, las condiciones presentes en estos mercados podrían muy bien conducir a una crisis similar a la que surgió en Wuhan, y el impacto podría sentirse mucho más allá de las fronteras de la ciudad.

Ver todo Lo último en El mundo