Bolivia declara emergencia nacional por devastadores incendios forestales

Bolivia declara emergencia nacional por devastadores incendios forestales

Bolivia declara emergencia nacional por incendios forestales que han devastado 3,8 millones de hectáreas, afectando la salud y biodiversidad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

El gobierno de Bolivia ha tomado medidas drásticas ante la crisis ambiental que enfrenta el país, declarando una emergencia nacional y alerta sanitaria debido a los devastadores incendios forestales que han arrasado casi cuatro millones de hectáreas de pastizales y bosques en lo que va del año. Esta situación ha llevado a una grave contaminación del aire, especialmente en las ciudades del oriente boliviano, donde la calidad del aire ha alcanzado niveles alarmantes. La ministra de Salud, María René Castro, informó que las tres ciudades más pobladas del país—Santa Cruz, La Paz y Cochabamba—presentan un índice de calidad del aire que se sitúa en niveles peligrosos. La población se enfrenta a un panorama desolador, ya que la humareda ha obligado a algunas localidades a suspender las clases presenciales, optando por la enseñanza a distancia en un intento por proteger la salud de los estudiantes. Los incendios forestales han ido en aumento en los últimos años, y este año no ha sido la excepción. Con un total de 3,8 millones de hectáreas consumidas, de las cuales el 60% son pastizales y 40% bosques, la situación es crítica. Alan Lisperguer, ministro de Medio Ambiente, señaló que varias áreas protegidas de la Amazonia boliviana han sido severamente afectadas, lo que pone en peligro no solo la flora y fauna, sino también a las comunidades que dependen de estos recursos naturales. A pesar de que no se han reportado víctimas fatales, el impacto de los incendios se siente en la fauna local. Animales silvestres y ganado han sido víctimas del fuego, y varias comunidades han sido evacuadas debido a la proximidad de las llamas. Los incendios, que comenzaron hace tres meses, se han propagado con rapidez en las últimas semanas, superando la capacidad de respuesta inicial del gobierno, que ha movilizado a unos 5,000 bomberos voluntarios y ha desplegado tres helicópteros cisterna. El clima ha jugado un papel crucial en la exacerbación de la situación. Los fuertes vientos y la sequía han dificultado los esfuerzos de control de los incendios, haciendo que los focos de fuego se extiendan sin control. En Santa Cruz, los efectos han sido palpables, ya que varios vuelos han sufrido retrasos debido a la baja visibilidad, y algunos parques han tenido que ser cerrados para proteger a la ciudadanía. A nivel internacional, Bolivia ha recibido ofrecimientos de ayuda de varios países, incluyendo Venezuela, Francia y Brasil. La canciller boliviana, Celinda Sosa, confirmó el compromiso de estos países para colaborar en la lucha contra los incendios, que no solo afectan la biodiversidad, sino también la salud y el bienestar de los bolivianos. Los expertos han advertido que los incendios forestales se agravan cada año, en gran parte debido al cambio climático. Los patrones de quemas agrarias, que son una práctica habitual entre los agricultores bolivianos para el manejo de pastizales, se han salido de control en muchas ocasiones, intensificando la crisis. Las autoridades han comenzado a tomar acciones más severas, con cuatro personas encarceladas por haber iniciado fuegos, y se han abierto 51 procesos judiciales en este contexto. La situación que enfrenta Bolivia es un recordatorio de la fragilidad del equilibrio ecológico en la región andina y de la urgencia de implementar medidas adecuadas para la gestión del fuego y la conservación de los recursos naturales. Esto no solo es vital para proteger la biodiversidad, sino también para salvaguardar la salud y calidad de vida de los bolivianos. La comunidad internacional, así como los ciudadanos bolivianos, deben estar alertas y comprometerse a encontrar soluciones sostenibles que permitan mitigar los efectos de los incendios forestales y el cambio climático, una batalla que parece ser cada vez más urgente y necesaria. La voluntad política y la colaboración internacional serán esenciales para enfrentar estos desafíos y proteger el rico patrimonio natural de Bolivia.

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