La escasez crítica de medicamentos amenaza la salud de las mujeres embarazadas en Australia.

La escasez crítica de medicamentos amenaza la salud de las mujeres embarazadas en Australia.

Australia enfrenta una grave escasez de medicamentos para mujeres embarazadas, lo que genera preocupaciones por la salud materna y fetal en medio de tratamientos obsoletos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud 08.09.2024

Australia enfrenta una grave escasez de medicamentos esenciales para mujeres embarazadas, lo que ha generado alarmas entre los expertos en salud sobre los peligros potenciales que esto representa para la salud materna y fetal. Las escaseces se observan predominantemente en los medicamentos utilizados para manejar la hipertensión, siendo cada vez más difícil obtener fármacos comúnmente recetados como labetalol y nifedipino. Los expertos citan una convergencia de factores que contribuyen a esta crisis, incluyendo interrupciones en la fabricación derivadas de la pandemia de COVID-19 y el desinterés de las compañías farmacéuticas en producir medicamentos más antiguos y menos rentables. Un editorial publicado en el Medical Journal of Australia resalta la urgente necesidad de una respuesta estructurada a este creciente problema. El autor principal, el profesor asociado Stefan Kane, director de los servicios de maternidad en el Royal Women's Hospital de Melbourne, hace un llamado al gobierno australiano para que cree un organismo independiente responsable de registrar, importar y fabricar medicamentos críticos para mujeres embarazadas, sin las limitaciones de los motivos impulsados por el lucro. El panorama actual es particularmente preocupante dado que las pautas australianas para tratar la hipertensión durante el embarazo destacan apenas seis medicamentos, todos ellos con más de 30 años de antigüedad. En contraste, hay más de 50 medicamentos disponibles para tratar la hipertensión en la población general. Esta marcada disparidad subraya la exclusión sistemática de las mujeres embarazadas de los ensayos clínicos, lo que ha dejado a los proveedores de salud dependiendo de medicamentos obsoletos que son más susceptibles a interrupciones en la cadena de suministro. Kane señala un contexto histórico donde la tragedia del talidomida ha llevado a un enfoque excesivamente cauteloso, resultando en la exclusión de las mujeres embarazadas de ensayos clínicos esenciales. Esta exclusión significa que a menudo se les prescriben medicamentos fuera de etiqueta, fármacos que no han sido formalmente probados por su seguridad y eficacia en poblaciones embarazadas. Las consecuencias de esta exclusión son significativas. Dado que la hipertensión es un factor de riesgo principal para complicaciones durante el embarazo, incluyendo la preeclampsia, la falta de acceso a medicamentos más nuevos podría poner en peligro la salud tanto de las madres como de sus bebés. Los expertos enfatizan que, aunque los hospitales más grandes pueden navegar los problemas de suministro a través de esquemas de acceso especial, muchos hospitales regionales y remotos más pequeños siguen siendo vulnerables, careciendo del mismo acceso incluso a medicamentos más antiguos. En su comentario, la coautora, la profesora Amanda Henry del George Institute for Global Health, subraya la necesidad de un cambio sistémico en cómo se incluye a las mujeres embarazadas en la investigación clínica. Ella aboga por replantear las prácticas actuales para reconocer tanto los riesgos de incluir a mujeres embarazadas en ensayos como los peligros que representa su exclusión sistemática. Además, la profesora Barbara Mintzes de la Universidad de Sídney pide ensayos dedicados que se enfoquen específicamente en la efectividad de los tratamientos comúnmente utilizados fuera de etiqueta en pacientes embarazadas. "Incluir a algunas mujeres embarazadas en un ensayo no resolverá realmente el problema actual", advierte, enfatizando la necesidad de una investigación integral para respaldar los tratamientos farmacológicos para mujeres embarazadas. A medida que las demandas de acción crecen en la comunidad médica, la pregunta urgente sigue siendo: ¿Cómo responderán las autoridades de salud para garantizar que las mujeres embarazadas en Australia reciban los medicamentos necesarios para asegurar su salud y la de sus hijos por nacer? El panorama actual refleja no solo una crisis médica, sino también un momento crítico para abordar las inequidades de larga data en la atención médica para las mujeres, particularmente para aquellas que navegan por las complejidades del embarazo.

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