Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que las redes sociales continúan moldeando nuestras interacciones y experiencias cotidianas, también se han convertido en una espada de doble filo para las personas que luchan contra trastornos alimentarios. Hallazgos recientes han revelado una tendencia preocupante en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter, donde se ha proliferado contenido dañino que promueve trastornos alimentarios, causando alarma entre los defensores de la salud mental y los usuarios por igual. Debbie, una sobreviviente de bulimia de 37 años, relató una experiencia particularmente angustiante mientras navegaba por la plataforma. Se topó con publicaciones de un grupo que cuenta con más de 150,000 miembros, donde individuos compartían imágenes alarmantes y discusiones centradas en dietas extremas y autolesiones. A pesar de no seguir ninguna de estas cuentas, Debbie se encontró inundada de mensajes pro-trastornos alimentarios, lo que plantea preocupaciones sobre la capacidad de la plataforma para filtrar eficazmente el contenido dañino. La proliferación de tales grupos ha llevado a críticas contra X, especialmente después de su adquisición por parte del multimillonario Elon Musk en 2022, que vio reducciones significativas en el personal de moderación. Wera Hobhouse, diputada y presidenta del grupo parlamentario de todos los partidos sobre trastornos alimentarios, expresó su preocupación por el fracaso de la plataforma en asumir la responsabilidad por la difusión de contenido dañino. Enfatizó que este problema no es meramente una molestia digital, sino un riesgo serio para la vida de personas vulnerables. Históricamente, plataformas como Tumblr y Pinterest han tomado medidas para prohibir contenido pro-trastornos alimentarios tras las protestas públicas. Sin embargo, el aumento de grupos no regulados en X representa un retroceso preocupante. Los usuarios informan que el contenido dañino aparece incluso después de intentar bloquearlo o filtrarlo. En respuesta, los defensores afirman que las empresas de redes sociales deben ser responsables de su papel en la exacerbación de problemas de salud mental entre los usuarios. La introducción del feed "Para ti", que presenta contenido de cuentas que los usuarios no siguen, plantea más preguntas sobre las prácticas de moderación de X. Los críticos argumentan que los algoritmos están promoviendo contenido dañino a usuarios vulnerables, a menudo sin su consentimiento o conocimiento. Desde la adquisición de Musk, la plataforma ha priorizado dicho contenido, lo que ha llevado a una mayor exposición de publicaciones relacionadas con trastornos alimentarios. Activistas por la salud mental y organizaciones benéficas de trastornos alimentarios señalan que, aunque las redes sociales no son la causa raíz de estos trastornos, pueden actuar como un catalizador dañino para quienes ya están luchando. Los usuarios han descrito sus experiencias con contenido radicalizado que glorifica métodos de pérdida de peso poco saludables, lo que hace que la recuperación sea aún más desafiante. Se ha instado a las plataformas de redes sociales, incluida X, a adoptar pautas más estrictas e implementar medidas bien definidas para proteger a los usuarios de contenido peligroso. La Ley de Seguridad en Línea, que entró en vigor el año pasado, fue recibida con cierto optimismo, ya que busca responsabilizar a las empresas tecnológicas por el contenido que alojan, particularmente en lo que respecta a los niños. Sin embargo, defensores como la baronesa Parminter argumentan que los adultos también deben estar protegidos, ya que los trastornos alimentarios no discriminan por edad. Mientras Debbie reflexionaba sobre su trayectoria, expresó una sensación de frustración e impotencia. Las redes sociales, que inicialmente esperaba que proporcionaran una comunidad de apoyo, se han convertido en una fuente de angustia. Si bien las plataformas afirman ofrecer herramientas para filtrar contenido no deseado, muchos usuarios encuentran que estos mecanismos son ineficaces, con publicaciones dañinas que se deslizan entre las grietas. Para personas como Paige Rivers, quien ha luchado contra la anorexia desde la infancia, la situación es igualmente preocupante. Destacó la facilidad con la que el contenido dañino puede evadir las herramientas de moderación, señalando que los usuarios a menudo recurren a hashtags crípticos para eludir restricciones. Las voces de aquellos afectados por trastornos alimentarios están llamando cada vez más al cambio. Como ha articulado Tom Quinn de la organización benéfica Beat, el crecimiento descontrolado de grupos pro-ana representa un alarmante fracaso de moderación en las plataformas de redes sociales. La necesidad de salvaguardias más robustas es urgente, ya que el estado actual de las cosas plantea riesgos significativos para la salud mental de innumerables usuarios. A medida que la conversación sobre la salud mental y las redes sociales continúa evolucionando, sigue siendo imperativo que plataformas como X tomen medidas significativas. Las vidas de personas vulnerables dependen de un compromiso para fomentar entornos en línea seguros y de apoyo.