Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La manipulación de la gobernanza en Petro-Perú ha sido un tema candente esta semana, a raíz de la posibilidad del cambio de su directorio, una situación que ha generado preocupación en diversos sectores, en especial en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep). Alfonso Bustamante, presidente de esta organización, ha manifestado que la falta de gobernanza ha sido uno de los problemas más graves que ha enfrentado la empresa estatal, y que, de haber existido una mejor gestión, no se habría llegado a la situación actual ni se habría aprobado la construcción de la nueva refinería. La premura de la situación llevó a Confiep a enviar comunicaciones a la presidenta de la República, expresando su alarma por los posibles cambios en el directorio de Petro-Perú. Bustamante enfatizó que lo que ocurra con esta empresa no solo afecta a su funcionamiento interno, sino que también tiene implicaciones significativas para la economía del país. El presidente de Confiep subrayó la necesidad de contar con reglas claras para la operación de la compañía, lo que permitiría establecer un vínculo más sólido con sus clientes, proveedores y trabajadores. En su análisis, Bustamante destacó que el actual gobierno había hecho un esfuerzo por nombrar un directorio técnico e independiente, lo cual se considera un paso positivo. Sin embargo, también hizo hincapié en que, hasta el momento, la empresa ha carecido de la gobernanza necesaria para operar de manera eficiente. Señaló que si Petro-Perú hubiera tenido una estructura de gobernanza adecuada, es probable que no se hubiera llevado a cabo la construcción de la refinería, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación. La incertidumbre sobre el futuro del directorio se intensificó cuando el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, ratificó que no habría cambios, mientras que el primer ministro dejó entrever la posibilidad de revisar esta decisión. Bustamante manifestó su preocupación por estos mensajes contradictorios que generan confusión. Afirmó que, aunque el gobierno tiene la facultad de remover a los miembros del directorio, es crucial que se preserve la continuidad y los esfuerzos que se han realizado para reestructurar la empresa de manera efectiva. La creación de un Project Management Office (PMO) se presenta como una solución viable para dotar a Petro-Perú de la gobernanza que tanto necesita. Bustamante recordó que países vecinos, como Colombia, habían implementado este tipo de estructuras con éxito en su estatal Ecopetrol, sugiriendo que el Perú podría beneficiarse de una estrategia similar. Para él, es fundamental que cualquier inversión en Petro-Perú venga acompañada de un plan claro de recuperación de capital, lo que evitaría depender continuamente del apoyo gubernamental. El papel del Ministro de Economía, Alex Arista, también fue tema de debate. Bustamante valora su capacidad técnica y su capacidad para alertar sobre la situación de Petro-Perú, pero subrayó que el déficit fiscal del país es un problema que no puede ser ignorado. En este sentido, la gestión del ministro se enfrenta a un desafío considerable, ya que debe equilibrar el crecimiento económico con la necesidad de controlar el déficit, un aspecto que se agrava por los préstamos otorgados a la empresa estatal. La confusión en torno a la continuidad de ciertos ministros en el gabinete ha generado críticas en el sector privado. Si bien Bustamante enfatiza que el cambio de ministros es prerrogativa del jefe de estado, también ha expresado su sorpresa por la permanencia de algunos funcionarios cuestionados en sus puestos. Este panorama ha llevado a pensar que podría haber cuotas de poder dentro del gobierno, lo que podría influir en la efectividad de la gestión gubernamental. La reciente reunión de APEC, que tiene como anfitrión al Perú, añade un peso adicional a la responsabilidad del gobierno en términos de demostrar estabilidad y seguridad jurídica a la comunidad internacional. Bustamante señala que esta es una oportunidad crucial para que el país muestre una imagen fortalecida, dado que la atracción de inversiones es fundamental para el desarrollo económico. Un mensaje claro sobre la gobernanza de Petro-Perú y la estabilidad política es vital para generar confianza en los inversionistas. Mientras el gobierno se encuentra en una encrucijada, Bustamante y Confiep siguen instando a una revisión profunda de las estructuras y políticas que rigen a Petro-Perú. La situación actual no solo afecta a la empresa estatal, sino que se proyecta en el contexto económico nacional, lo que hace necesario un enfoque coordinado entre el sector público y privado para encontrar soluciones efectivas que garanticen la viabilidad y el crecimiento del sector energético en el Perú. En este sentido, la gobernanza de Petro-Perú es un tema que trasciende su funcionamiento interno y se convierte en un reflejo de la salud económica del país.