Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Este verano, ha surgido una tendencia preocupante, con casi 160 individuos que, según informes, se han enfermado tras consumir caramelos y barras de chocolate con hongos, particularmente aquellos disponibles en tiendas de vapeo y tabaco. Esta alarmante situación no solo pone de manifiesto los peligros potenciales de los productos psicoactivos, sino que también subraya el papel limitado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (F.D.A.) en garantizar la seguridad del consumidor en un mercado en rápida expansión. Los caramelos en cuestión, específicamente los chocolates y gomitas Diamond Shruumz, se han relacionado con serios problemas de salud, lo que ha llevado a la hospitalización de más de un tercio de los afectados. Los síntomas variaron ampliamente, incluyendo vómitos severos, convulsiones e incluso pérdida de conciencia, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de estos productos. Trágicamente, los funcionarios de salud federal están investigando ahora dos muertes reportadas que podrían estar conectadas a esta preocupante tendencia. La raíz del problema radica en la naturaleza no regulada de muchos productos psicoactivos que están apareciendo cada vez más en los estantes de las tiendas. A medida que los consumidores buscan experiencias novedosas, los artículos infusionados con ingredientes como la psilocina—un compuesto que se encuentra en los llamados "hongos mágicos"—se están volviendo más comunes. Si bien la F.D.A. ha reconocido su conocimiento sobre las ventas en curso de estos potencialmente peligrosos caramelos, ha publicado una lista de aproximadamente 2,300 tiendas donde tales productos todavía estaban disponibles, destacando una brecha significativa en la supervisión regulatoria. Más allá de los caramelos con hongos, el mercado está inundado de otras sustancias psicoactivas no reguladas. Productos que contienen Delta-8-THC sintético, así como kratom—un suplemento herbal que conlleva sus propios riesgos para la salud—se venden sin controles de calidad rigurosos ni chequeos de seguridad. Esta falta de regulación no solo permite que ingredientes peligrosos lleguen a productos de consumo, sino que también plantea serias preguntas sobre la accesibilidad de estos artículos para los menores, quienes pueden comprarlos fácilmente sin restricciones. A medida que la F.D.A. lidia con cómo abordar la creciente prevalencia de estos productos psicoactivos, se hace cada vez más evidente que se necesita un enfoque más proactivo. El panorama actual presenta un desafío formidable, donde los consumidores pueden exponerse sin saberlo a sustancias potencialmente dañinas. Con el aumento de los incidentes de salud vinculados a estos productos, es imperativo que tanto los organismos reguladores como los vendedores responsables de la salud pública tomen medidas inmediatas para proteger a las personas vulnerables. El reciente retiro de caramelos con hongos debería servir como un llamado de atención—no solo para las agencias reguladoras, sino también para los consumidores que pueden no entender completamente los riesgos asociados con estos productos emergentes. A medida que la línea entre el uso recreativo y la salud pública continúa difuminándose, la demanda de regulaciones más estrictas y una mayor conciencia del consumidor nunca ha sido más urgente.