Crisis de incendios en Loja exige prohibición urgente de quemas agrícolas

En la provincia de Loja, la creciente crisis de incendios forestales ha puesto de manifiesto la urgencia de establecer una prohibición general de las quemas agrícolas. A pesar de los devastadores efectos de estos incendios, que han arrasado miles de hectáreas de bosques y terrenos, la normativa actual delega la responsabilidad de implementar esta prohibición a los gobiernos municipales, dejando a la provincia en una situación incierta y potencialmente peligrosa. Durante una Sesión Extraordinaria de la Cámara Provincial, se discutió la compleja situación legal que impide que el gobierno provincial adopte medidas directas contra las quemas. El prefecto Mario Mancino destacó que, conforme al artículo 264 de la Constitución de la República, la gestión de servicios de prevención y extinción de incendios es competencia exclusiva de las municipalidades. Este marco legal ha llevado a una falta de acción coordinada y eficaz frente a la emergencia. La situación se complica aún más al considerar que, aunque algunos cantones, como el de Loja, han emitido comunicados ratificando la prohibición de quemas, la realidad es que no todos los municipios han tomado medidas similares. Esto crea un mosaico de normativas que puede facilitar la ocurrencia de incendios en áreas donde no hay restricciones claras. Para Mancino, es imperativo que todos los alcaldes actúen de manera responsable y adopten ordenanzas que prohíban las quemas agrícolas, dado que son una de las principales causas de los incendios que afectan a la provincia. Un punto clave es la actuación de otras provincias, como Azuay, donde se han implementado prohibiciones de quemas a nivel provincial. Mancino mencionó que, aunque aplaude estas acciones, en Loja el marco legal limita la capacidad de intervención del gobierno provincial, lo que resalta una falta de uniformidad en la respuesta a esta crisis. A pesar de la falta de una prohibición general, el COE Cantonal de Loja ha hecho un esfuerzo por controlar la situación. La reciente ratificación de la prohibición de quemas en el cantón Loja es una medida importante para tratar de mitigar los riesgos que presentan los incendios forestales. Sin embargo, este esfuerzo podría verse obstaculizado por la falta de cumplimiento y la ausencia de regulaciones consistentes en otros municipios. Mientras tanto, la situación en Quilanga ha comenzado a estabilizarse, después de que un incendio forestal devastara 7,600 hectáreas y obligara a la evacuación de varias familias. Afortunadamente, el incendio ha sido controlado en un 90%, lo que ha permitido cerrar el albergue temporal que albergaba a los evacuados. Sin embargo, la amenaza persiste, especialmente con nuevos focos de incendio, como el que se ha declarado en la parroquia Quinara, lo que subraya la inestabilidad de la situación. Este contexto resalta la necesidad de una mayor colaboración entre los gobiernos locales y provinciales. Sin un enfoque unificado que incluya prohibiciones claras y sanciones efectivas, el riesgo de que los incendios forestales continúen azotando la provincia es muy real. Es crucial que los líderes locales reconozcan la gravedad de la situación y actúen de manera decisiva. La población de Loja exige respuestas y soluciones inmediatas. La implementación de ordenanzas que prohíban las quemas agrícolas no solo es una medida preventiva, sino una responsabilidad compartida que debe ser asumida por todos los actores involucrados en la gestión territorial. La falta de acción coordinada podría llevar a consecuencias ambientales devastadoras que afecten no solo a la flora y fauna de la región, sino también a las comunidades que dependen del entorno natural para su sustento. Con el cambio climático exacerbando las condiciones de sequía y aumentando la vulnerabilidad de los ecosistemas, la situación en Loja debe ser vista como una llamada de atención. Es esencial que se establezcan políticas efectivas, que se respete el marco legal y que se promueva la concienciación sobre la importancia de conservar los recursos naturales. La lucha contra los incendios forestales es una tarea que requiere un compromiso colectivo y sostenido por parte de todos los sectores de la sociedad.