Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que la violencia en Gaza continúa escalando, ha surgido un nuevo desafío urgente: la amenaza de un brote de poliomielitis. Tras la guerra iniciada por Israel en respuesta a un ataque liderado por Hamas el 7 de octubre, la infraestructura sanitaria en Gaza ha sido devastada y el potencial de transmisión de enfermedades es alarmantemente alto. En un desarrollo significativo, la Casa Blanca confirmó que seis cuerpos recuperados en Gaza fueron identificados como rehenes. En medio de esta agitación, se está implementando una campaña de vacunación para inmunizar a los niños contra la poliomielitis, una enfermedad que una vez estuvo al borde de la erradicación en la región. Las autoridades de salud en Gaza, con el apoyo de las Naciones Unidas y funcionarios locales, han iniciado esta campaña en respuesta a una situación de salud pública deteriorada, agravada por la guerra. La urgencia de la situación se hizo evidente cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó sobre el primer caso de poliomielitis en Gaza en 25 años, detectado en un niño de casi un año hace dos semanas. A pesar de que el inicio oficial de la campaña de vacunación estaba programado para principios del domingo, funcionarios de salud ansiosos comenzaron a administrar la vacuna oral contra la poliomielitis el sábado en el Hospital Nasser en Jan Yunis. Para muchos padres como Maysaa Abu Daqqa, la noticia de la campaña de vacunación generó una mezcla de miedo y esperanza. "Me asusté cuando escuché la palabra poliomielitis", expresó, reflejando la ansiedad prevalente entre las familias mientras navegan por las complejidades de obtener vacunas para sus hijos. La logística de la campaña de vacunación está plagada de desafíos. Con la infraestructura en gran parte destruida y aproximadamente el 90% de los dos millones de residentes de Gaza habiendo huido de sus hogares, asegurar que los aproximadamente 640,000 niños menores de 10 años reciban vacunaciones es una tarea monumental. La campaña tiene como objetivo operar a través de pausas escalonadas en los combates, permitiendo que el personal humanitario llegue a unas 700 instalaciones médicas, clínicas móviles y refugios. Sin embargo, las familias enfrentan la abrumadora tarea de navegar por caminos peligrosos y dañados, mientras esperan que los altos el fuego se mantengan el tiempo suficiente para vacunar a sus hijos. La situación se complica aún más por una historia de ataques mortales a trabajadores humanitarios desde que se reavivó el conflicto. Las 2,100 personas capacitadas para llevar a cabo la campaña de vacunación comparten ansiedades similares, conscientes de los riesgos que conlleva trabajar en un entorno tan volátil. El virus de la poliomielitis se propaga rápidamente y puede provocar parálisis o muerte, particularmente en individuos no vacunados. Aunque las tasas de vacunación en Gaza eran de alrededor del 99% en 2022, la guerra en curso ha llevado a caídas significativas en las inmunizaciones entre los lactantes. La OMS y UNICEF han enviado más de 1.2 millones de dosis de vacunas orales contra la poliomielitis a la región, con 400,000 dosis adicionales en camino. Una vez que se completen las vacunaciones iniciales, será necesaria una ronda de refuerzo, y Israel ha acordado facilitar más pausas humanitarias para este propósito. El potencial de un brote de poliomielitis no es solo una preocupación local; representa un riesgo para las regiones vecinas, incluidas Israel y Egipto. Los expertos en salud pública advierten que si el virus se propaga sin control, las consecuencias podrían ser graves. Además, Israel ha comenzado a ofrecer vacunas de refuerzo para los soldados que operan en Gaza, pero persisten los desafíos. La reticencia a la vacunación entre ciertas poblaciones en Israel, particularmente entre las comunidades ultraortodoxas, genera preocupaciones sobre la cobertura de inmunización en general. Las organizaciones de ayuda han señalado que los ataques israelíes en curso han impactado severamente el acceso a agua limpia y saneamiento, creando condiciones propicias para la propagación de enfermedades prevenibles. Los informes indican que una parte significativa de la infraestructura de saneamiento de Gaza ha sido diezmada, lo que ha llevado a la acumulación de desechos y condiciones de vida insalubres para aquellos desplazados por el conflicto. A pesar de la urgencia de la campaña de vacunación, persiste el escepticismo entre algunos palestinos respecto a su eficacia mientras continúan los combates. El director general de la OMS enfatizó que el paso más crucial para garantizar la seguridad de los niños en Gaza es lograr un alto el fuego duradero. "Las pausas humanitarias son bienvenidas", afirmó, pero subrayó que "la mejor medicina es la paz". A medida que los esfuerzos de vacunación se desarrollan en medio de la violencia y la crisis humanitaria, queda la esperanza de que un compromiso colectivo con el alto el fuego y la cooperación pueda allanar el camino para garantizar tanto la salud como la seguridad de los niños de Gaza.