Quito reduce incendios forestales un 70% gracias a estrategias integrales y tecnología

Quito reduce incendios forestales un 70% gracias a estrategias integrales y tecnología

Quito reduce incendios forestales en un 70% en 2024 gracias a estrategias de prevención, educación y tecnología, pero persisten desafíos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La ciudad de Quito ha experimentado un notable avance en la reducción de incendios forestales, según el reciente informe del Cuerpo de Bomberos de Quito. Durante el primer semestre de 2024, se reportó una disminución del 70% en la incidencia de estos siniestros en comparación con el mismo período del año pasado. Esta significativa baja puede atribuirse a un enfoque integral que abarca desde la prevención hasta la respuesta efectiva ante emergencias. El capitán del Cuerpo de Bomberos, Gabriel Rodríguez, destacó que a pesar de que aún no se ha completado la época forestal, los resultados obtenidos hasta ahora son alentadores. Los esfuerzos proactivos del cuerpo de bomberos están enmarcados en un plan de cinco ejes que incluye la prevención, mitigación, preparación, respuesta y análisis, lo que ha permitido abordar el problema desde múltiples frentes. Uno de los pilares de esta estrategia ha sido el fortalecimiento de la concienciación ciudadana. Durante los meses de menor actividad incendiaria, los bomberos llevaron a cabo campañas de socialización para informar a la población sobre los riesgos de las quemas de cielo abierto, una práctica que históricamente ha contribuido a la proliferación de incendios en la región. Estas iniciativas buscan sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y adoptar prácticas sostenibles. Además de las campañas educativas, se realizaron mingas comunitarias que promovieron la limpieza de áreas susceptibles a incendios. Estas actividades no solo fomentaron la participación ciudadana, sino que también ayudaron a reducir la acumulación de material combustible en zonas de riesgo. La colaboración de la comunidad ha sido un aspecto clave para enfrentar este problema, apuntando a la responsabilidad compartida en la protección del entorno. La inversión en tecnología ha sido otro factor determinante en la reducción de incendios. Los bomberos de Quito destinaron aproximadamente $5 millones para la adquisición de equipo especializado, incluyendo drones y cámaras de vigilancia térmica. Estas herramientas avanzadas permiten un monitoreo constante de las áreas forestales y facilitan una respuesta rápida ante cualquier foco de incendio, minimizando así el impacto de estos eventos. Sin embargo, a pesar de los logros alcanzados, el capitán Rodríguez advirtió que los meses de julio y agosto presentaron desafíos significativos, con 883 hectáreas quemadas en un corto período. Este aumento, que afectó principalmente a zonas como el Valle de Los Chillos, Eugenio Espejo y Tumbaco, se atribuye en gran parte a prácticas agrícolas irresponsables y a las condiciones climáticas desfavorables. Las estadísticas revelan que la persistencia de estas prácticas, unida a la compleja topografía de Quito, continúa poniendo en riesgo los recursos forestales de la ciudad. Esto resalta la necesidad de reforzar las campañas educativas y la colaboración con los agricultores para fomentar métodos que eviten la quema de residuos y el uso adecuado de los terrenos. La implementación de tecnología avanzada, como las cámaras de vigilancia con capacidad de detección de incendios mediante inteligencia artificial, ha mejorado la capacidad de respuesta del Cuerpo de Bomberos. Estas cámaras, distribuidas en diferentes sectores de la ciudad, permiten identificar focos de incendio de manera más ágil, lo que resulta en un tiempo de reacción más efectivo ante situaciones de emergencia. El Cuerpo de Bomberos de Quito ha demostrado que la combinación de inversión en tecnología, educación y la colaboración comunitaria es fundamental para enfrentar el problema de los incendios forestales. Aunque los resultados obtenidos son prometedores, es imperativo continuar trabajando en la prevención y la concienciación, así como en la implementación de políticas que fomenten el cuidado del medio ambiente. La reducción de incendios forestales en Quito es un paso hacia un futuro más sostenible, pero el camino por recorrer aún es largo. Con el compromiso de las autoridades, la tecnología adecuada y la participación activa de la ciudadanía, la capital ecuatoriana puede aspirar a mantener sus bosques y áreas verdes a salvo de las llamas, garantizando así un entorno más saludable para las generaciones venideras.

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