La importancia de la participación ciudadana en la recopilación de datos sísmicos

La importancia de la participación ciudadana en la recopilación de datos sísmicos

El sismo de 5.5 en Lisboa resalta la necesidad de mayor participación ciudadana en la recopilación de datos sísmicos para mejorar la respuesta.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro

La reciente actividad sísmica que sacudió Lisboa, con una magnitud de 5.5, ha puesto de manifiesto la importancia de la participación ciudadana en la recopilación de datos sobre terremotos. Este evento, aunque registrado, ha revelado la necesidad de una mayor colaboración entre la población y las instituciones encargadas de medir y analizar los temblores, como la Red Sísmica Nacional del Instituto Geográfico Nacional (IGN). El sismólogo Carlos González destaca que, gracias a la información proporcionada por los ciudadanos, se puede establecer una mejor comprensión de la intensidad y el impacto de estos fenómenos naturales. A pesar de que el temblor se sintió en amplias zonas de la península ibérica, solo algunas localidades, como O Irixo, figuran en la base de datos del IGN. Esta discrepancia se debe en gran medida a la escasa participación en los cuestionarios que la Red Sísmica Nacional pone a disposición de los ciudadanos. González subraya que "en función de la población afectada y los daños percibidos, podemos establecer una intensidad", enfatizando así el papel fundamental que juega la comunidad en la recopilación de datos. Los terremotos generan ondas que se propagan a través de la tierra, disminuyendo su intensidad a medida que se alejan del epicentro. Sin embargo, esta propagación y su percepción dependen, en gran medida, de la geografía y la infraestructura de cada región. Por ejemplo, el sismólogo señala que "es más sencillo que llegue a la zona de Pontevedra que a la de Ourense, puesto que atraviesan más tierra". Esta variabilidad geográfica subraya la importancia de contar con una amplia base de datos que incorpore la experiencia de las personas afectadas. Para abordar esta situación, la Red Sísmica Nacional facilita el acceso a "cuestionarios macrosísmicos" a través de su página web. Estos cuestionarios permiten a los ciudadanos reportar no solo su ubicación y la sensación experimentada durante el temblor, sino también observar el movimiento del entorno y cualquier daño que pudiera haber ocurrido. González destaca que "el usuario puede añadir al cuestionario fotos de cómo ha quedado su entorno", lo que ayuda a los expertos a evaluar el impacto real del sismo. La información recopilada a través de estos cuestionarios es crucial. Según González, "los temblores producen unas grietas concretas que nos permiten ver si el daño fue provocado por el terremoto". Esta observación minuciosa, combinada con la escala internacional de intensidades, permite a los científicos clasificar y entender mejor los efectos de cada sismo. En el caso específico del terremoto ocurrido en Lisboa, la respuesta fue notablemente alta en comunidades como Extremadura, donde muchos ciudadanos se tomaron el tiempo para completar los cuestionarios. González comenta que "de la zona de Galicia hubo sobre todo de Pontevedra", lo que sugiere que la participación puede variar significativamente entre diferentes regiones. La falta de datos de áreas como Xinzo de Limia destaca la necesidad de fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de la participación ciudadana en estos procesos. La recopilación de datos no es solo una tarea de los expertos, sino que requiere un esfuerzo conjunto con la población para garantizar que se obtenga una visión completa y precisa de los eventos sísmicos. El sismólogo también hace un llamado a la acción, instando a las comunidades a participar en la evaluación de los terremotos mediante el uso de estos cuestionarios. Cada respuesta cuenta, y cada experiencia compartida puede ser vital para mejorar las mediciones y la respuesta ante futuros sismos. En conclusión, la interacción entre la población y los expertos es fundamental para una mejor comprensión y gestión de los terremotos. A medida que los fenómenos sísmicos continúan ocurriendo, es esencial que todos, desde los ciudadanos hasta los científicos, trabajen juntos para construir un sistema de monitoreo más eficiente y efectivo. La participación activa de la comunidad no solo mejorará la calidad de los datos, sino que también fortalecerá la resiliencia de la sociedad ante los desafíos que plantean los desastres naturales.

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