Terremoto de magnitud 5,5 genera inquietud en la comarca de Santiago y alrededores

Terremoto de magnitud 5,5 genera inquietud en la comarca de Santiago y alrededores

Un terremoto de 5,5 grados cerca de Lisboa se sintió en la comarca de Santiago, generando inquietud, pero sin daños ni heridos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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La comarca de Santiago y sus alrededores se despertaron esta madrugada con una sensación inusual de inquietud, tras el terremoto de magnitud 5,5 que se registró frente a la costa de Lisboa, Portugal. El temblor, que ocurrió a las 06:11 horas, se sintió en una amplia zona geográfica, desde Pontecesures hasta Milladoiro, abarcando varios municipios de la comarca. Aunque no se reportaron daños materiales ni lesiones, el suceso generó preocupación e incertidumbre entre los vecinos, que se encontraban en sus hogares al momento de la sacudida. Según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), el epicentro del terremoto estuvo localizado en el Atlántico, a una profundidad de 19 kilómetros. Este tipo de fenómenos sísmicos, aunque no inusuales en la región, pueden provocar reacciones diversas en la población. En Pontecesures, algunos residentes confirmaron haber sentido el sismo con claridad, mientras que en otras localidades como Santiago, Vedra y A Estrada, las sensaciones variaron, pero la alerta fue palpable. La comunidad se unió en conversaciones sobre lo que había ocurrido, intercambiando opiniones y anécdotas sobre la experiencia. El hecho de que un terremoto de esta magnitud se haya sentido tan lejos del epicentro resulta ser un recordatorio de la actividad tectónica constante en la península ibérica. Históricamente, esta región ha experimentado movimientos sísmicos que han dejado huella en la memoria colectiva de sus habitantes. Sin embargo, la mayoría de los temblores de menor intensidad, como el de esta madrugada, suelen pasar sin mayores incidentes. A pesar de ello, la naturaleza impredecible de estos eventos genera un estado de alerta que no se puede subestimar. Un vecino de Padrón, que prefirió mantenerse en el anonimato, comentó que a las 06:15 horas sintió claramente un "pequeño terremoto", pero que no había notado daños en su hogar. Este tipo de testimonios son comunes tras estos eventos, donde lo más importante es la sensación de seguridad que puede afectarse, a pesar de que las estructuras permanezcan intactas. La percepción del peligro puede ser tan fuerte como el evento mismo, lo que lleva a muchos a reflexionar sobre la necesidad de prepararse para tales eventualidades. Desde el punto de vista técnico, los movimientos telúricos se miden según la Escala Richter, y en este caso, el temblor se encuadra en la franja de 5 a 5,6 grados. Según expertos, este rango suele provocar sacudidas visibles en la vegetación y posibles daños leves, como la rotura de objetos frágiles. Sin embargo, en esta ocasión, la comarca tuvo la suerte de no reportar incidentes significativos, lo que seguramente alivió a muchos ciudadanos que recordaban otros sismos que sí dejaron consecuencias más severas. En la actualidad, la comunidad científica se encuentra cada vez más capacitada para monitorear y prever estos eventos, gracias a la tecnología avanzada y a la investigación continua en la materia. El IGN y otros organismos trabajan para ofrecer información actualizada y precisa, lo que es crucial para mantener a la población informada y preparada. En este sentido, la educación sobre cómo reaccionar durante un sismo sigue siendo fundamental para que los ciudadanos sepan cómo actuar en caso de una eventualidad mayor. La tranquilidad volvió a la comarca a medida que el día avanzaba, y los ciudadanos retomaron sus actividades diarias. Sin embargo, algunos no pudieron evitar el tema de conversación que dominaba las charlas matutinas: el terremoto. Las redes sociales también se llenaron de comentarios y reacciones, reflejando la inquietud y la curiosidad que generó el fenómeno. En un mundo cada vez más interconectado, las experiencias de este tipo se difunden rápidamente, alimentando el interés por la geología y la sismología. La experiencia vivida este día no solo resalta la vulnerabilidad de la comarca ante los eventos sísmicos, sino también la fuerza de la comunidad al unirse en momentos de incertidumbre. La capacidad de adaptarse y sobrellevar el miedo es un signo de resiliencia que caracteriza a muchas poblaciones que han tenido que lidiar con fenómenos naturales a lo largo de la historia. El espíritu de solidaridad y apoyo mutuo se pone de manifiesto en situaciones como esta, donde lo que realmente importa es el bienestar de todos. A medida que se inician las investigaciones y análisis sobre el terremoto, los expertos continuarán evaluando el impacto de este y otros fenómenos en la región. La información recopilada permitirá a las autoridades y a la población en general estar más preparadas para el futuro. Así, aunque la tranquilidad regrese por el momento, la preparación y la conciencia sobre la actividad sísmica permanecerán como una prioridad para todos los habitantes de la comarca.

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