Terremoto de magnitud 5,5 sacude el Atlántico y se siente en España y Lisboa

Terremoto de magnitud 5,5 sacude el Atlántico y se siente en España y Lisboa

Un terremoto de magnitud 5,5 sacudió el Océano Atlántico cerca de Lisboa, generando preocupación en España y Portugal, sin reportes de heridos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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En la madrugada de este lunes, un terremoto de magnitud 5,5 ha sacudido el Océano Atlántico, a tan solo 19 kilómetros de Lisboa, lo que ha generado preocupación en diversas regiones del suroeste de Europa. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) de España fue el encargado de confirmar el evento sísmico, que ocurrió a las 6:11 horas, hora peninsular. Aunque el epicentro se localizó en aguas internacionales, la fuerza del seísmo ha sido suficiente para que se sintiera en diferentes localidades de España, incluyendo zonas de Huelva y Extremadura. Las autoridades locales han comenzado a evaluar los posibles daños que el terremoto pudo haber ocasionado. En Huelva, varios ciudadanos reportaron sensación de movimiento en edificios, mientras que en Extremadura, especialmente en las provincias de Badajoz y Cáceres, se han recibido múltiples llamadas a los servicios de emergencia alertando sobre la situación. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado heridos, aunque las autoridades siguen instando a la población a mantenerse alerta. El fenómeno ha sido sentido en un amplio rango geográfico, no solo en España, sino que también se ha registrado en la zona de Gibraltar y, curiosamente, en algunas áreas del norte de Marruecos. Este último aspecto ha llamado la atención de los sismólogos, quienes han señalado que los terremotos en el Atlántico pueden tener repercusiones en las costas africanas y europeas, dada la naturaleza tectónica de la región. Los expertos del IGN han subrayado que, aunque un terremoto de esta magnitud puede ser inquietante, es relativamente común en zonas cercanas a fallas tectónicas. En el caso de Lisboa, la ciudad ha sido históricamente vulnerable a terremotos, siendo el más devastador el ocurrido en 1755, que dejó miles de muertos y causó grandes destrucciones. Sin embargo, la infraestructura moderna de hoy en día está mejor preparada para soportar estos fenómenos. Las autoridades en Portugal han comenzado a realizar inspecciones de edificios y otras infraestructuras para garantizar la seguridad de los ciudadanos. En Lisboa, aunque el susto fue considerable, no se han reportado daños significativos, y los servicios públicos han respondido rápidamente para evaluar la situación en áreas más afectadas. La calma parece haber regresado a la capital portuguesa, pero la tensión persiste en las comunidades cercanas. En España, la respuesta de los servicios de emergencia ha sido rápida y efectiva. Los teléfonos de emergencia han recibido un incremento en las llamadas, aunque la mayoría de los reportes han sido sobre el miedo y la inquietud provocada por el movimiento telúrico. Los expertos continúan monitoreando la situación y han recomendado a la población que se mantenga informada a través de fuentes oficiales. Se ha convocado a reuniones entre diferentes organismos de protección civil para discutir las medidas preventivas que podrían implementarse en caso de futuros sismos. En este sentido, se ha enfatizado la importancia de contar con planes de emergencia y protocolos de actuación para minimizar el impacto de estos eventos naturales en la población. El terremoto ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la preparación ante desastres naturales en Europa. Con el cambio climático provocando una mayor inestabilidad en los patrones geológicos y climáticos, los expertos sugieren que es esencial que tanto las autoridades como la población estén preparadas para enfrentar no solo terremotos, sino también otros fenómenos naturales que podrían afectar la región. La comunidad científica seguirá de cerca las réplicas que puedan producirse en los días venideros, ya que es común que tras un terremoto de cierta magnitud se generen movimientos secundarios. La población ha sido aconsejada a mantenerse informada y seguir las recomendaciones de las autoridades locales. A medida que se recopilan más datos sobre el terremoto y sus efectos, se espera que el IGN publique más información sobre la magnitud y el impacto del seísmo. Mientras tanto, los ciudadanos de Huelva, Extremadura y Lisboa se recuperan del susto, recordando la fragilidad de la tierra bajo sus pies y la importancia de la preparación ante desastres.

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