Terremoto de 5.5 en el Atlántico se siente en varias regiones de España

Un terremoto de 5.5 de magnitud ha sacudido esta mañana el Océano Atlántico, a 89 kilómetros al suroeste de Lisboa, y su temblor ha sido ampliamente sentido en distintas regiones de España, especialmente en Extremadura. El movimiento sísmico se registró a las 6:11 horas y a una profundidad de 19 kilómetros, según los datos proporcionados por la Red Sísmica Nacional. La sorpresa y la inquietud se han apoderado de muchos ciudadanos que, en la oscuridad de la madrugada, se vieron despertados por la inusual vibración. Las redes sociales han sido inundadas con testimonios de extremeños que compartieron sus experiencias en tiempo real. Algunos habitantes de Badajoz, Mérida y Cáceres han relatado cómo el temblor les hizo mover muebles y cómo las ventanas resonaban con un ruido peculiar. Lidia, una residente de Badajoz, narró su experiencia en un medio local, comentando cómo la sensación fue similar a la de un camión que se acercaba a gran velocidad. Su relato refleja la confusión y el asombro que muchos sintieron en el momento del seísmo. El impacto del terremoto no se limitó a Extremadura, ya que también se reportaron sensaciones similares en comunidades como Andalucía y Galicia. Sin embargo, a pesar de la magnitud del temblor, organismos como Vost Portugal han confirmado que no hay riesgo de tsunami, brindando un respiro a los ciudadanos que aún se encontraban alarmados por la noticia. Las autoridades esperan un comunicado oficial del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera para ofrecer más detalles sobre la situación. Ante este tipo de eventos sísmicos, el Instituto Geográfico Nacional ha puesto a disposición de la ciudadanía una serie de recomendaciones vitales que deben seguirse antes, durante y después de un terremoto. Estas pautas son esenciales para minimizar el riesgo y garantizar la seguridad de las personas. En un momento de pánico, mantener la calma y seguir las instrucciones puede hacer la diferencia. Las indicaciones empiezan por la necesidad de cubrirse y permanecer en calma durante el movimiento. Para quienes se encuentren en el interior de edificios, se aconseja alejarse de ventanas, muebles y lámparas que puedan caer. Aquellos que estén al aire libre deben mantenerse alejados de estructuras que puedan colapsar, como muros o postes eléctricos. Los conductores, por su parte, deben encontrar un lugar seguro para detenerse, encender las luces de emergencia y permanecer en el vehículo. Además, se hace hincapié en la importancia de no utilizar el teléfono a menos que se trate de una emergencia. Es crucial mantener la comunicación a través de fuentes oficiales, como el Centro de Atención de Urgencias y Emergencias 112 Extremadura, y seguir las instrucciones que se emitan a través de las redes sociales y medios de comunicación. Una vez que el temblor ha cesado, se recomienda cerrar las llaves del agua, gas y electricidad, así como evitar el uso de ascensores y optar por las escaleras. En caso de detectar daños en los edificios, es fundamental no entrar en ellos hasta que se confirme que son seguros. Estas medidas de precaución son vitales para evitar accidentes adicionales después de un evento sísmico. La ocurrencia de este terremoto en Portugal, sentido con fuerza en España, ha reavivado la conversación sobre la preparación y la respuesta ante desastres naturales. La posibilidad de terremotos, aunque menos frecuente en regiones del interior de la península, no debe subestimarse, y la educación sobre cómo actuar en estas situaciones es esencial para la seguridad de la población. Por lo tanto, es vital que los ciudadanos se mantengan informados y preparados ante la eventualidad de un terremoto. La experiencia de la mañana de hoy sirve como recordatorio de la naturaleza impredecible de los fenómenos naturales y de la importancia de estar listos para actuar en cualquier momento.