Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente crítica de la filial brasileña de Transparencia Internacional hacia el ministro Alexandre de Moraes y su manejo del inquérito de las fake news ha desatado un debate crucial sobre la legitimidad y la salud de las instituciones democráticas en Brasil. En un contexto marcado por la polarización política y el escándalo de la Vaza Toga, la ONG ha señalado la importancia de abordar los abusos sin caer en la trampa del autoritarismo. En su publicación, Transparencia Internacional argumentó que, aunque las amenazas a la democracia son indiscutibles, combatir el autoritarismo no debe implicar la adopción de métodos abusivos. La crítica se centra en la figura de Moraes, quien ha sido el relator del inquérito desde su creación, un proceso que, según la ONG, carece de las garantías necesarias y nació con una corrupción inherente en su diseño. La creación del inquérito de las fake news, que fue inaugurado sin la participación del Ministerio Público y bajo la dirección directa de Moraes, ha sido objeto de numerosos cuestionamientos. La ONG señala que su ambigüedad en los términos y su naturaleza genérica permiten interpretaciones amplias, lo que a su vez ha llevado a un uso potencialmente abusivo de este mecanismo judicial. La falta de un marco claro ha propiciado que se abran "puertas para acciones prácticamente infinitas", lo que puede socavar la confianza pública en las instituciones. Uno de los momentos más controvertidos que menciona Transparencia Internacional es la censura al artículo de Crusoé titulado "El amigo del amigo de mi padre". Este reportaje, que se basaba en testimonios verificados, fue bloqueado bajo la acusación de ser una noticia falsa, lo que pone de relieve la preocupación por la libertad de prensa y el derecho a la información en el país. La organización también critica la actuación del pleno del STF y la Procuraduría General de la República, bajo la dirección de Augusto Aras, implicando que su falta de acción ha contribuido a la normalización de los excesos del Supremo. En un entorno donde las instituciones parecen debilitadas, el STF ha optado por actuar de manera autónoma, un movimiento que podría tener consecuencias imprevisibles para la democracia brasileña. Desde 2020, cuando el pleno del Supremo validó el inquérito de las fake news, se han establecido pautas que, a juicio de Transparencia Internacional, no han sido suficientes para contener el uso indebido de este instrumento. La ONG sostiene que esta situación ha permitido que el Supremo institucionalice sus propias irregularidades en busca de frenar tanto al expresidente Jair Bolsonaro como a sus seguidores más radicales. El contexto de desinstitucionalización que se ha descrito también ha sido un factor que ha facilitado la erosión de la credibilidad del STF, una institución que debería ser un pilar de la democracia. Según la ONG, el inquérito no solo ha servido como un mecanismo para contrarrestar el autoritarismo, sino que se ha convertido en un "salvavidas" para el Supremo, permitiéndole mantener el control en una situación de crisis institucional. Las repercusiones de esta crítica son profundas. Al poner de relieve los abusos del STF, Transparencia Internacional proporciona munición a quienes argumentan que las instituciones están fallando en su tarea de salvaguardar la democracia. La ONG advierte que este ciclo vicioso de desinstitucionalización no solo pone en riesgo la democracia, sino que también alimenta una narrativa peligrosa para quienes buscan deslegitimar el trabajo de las instituciones judiciales. Finalmente, la ONG hace un llamado urgente a interrumpir el inquérito de las fake news. El objetivo es restablecer un balance en el ejercicio del poder, proteger los derechos fundamentales y garantizar que la lucha contra la desinformación no se convierta en una justificación para el abuso de poder. La crítica de Transparencia Internacional subraya la necesidad de una reflexión colectiva sobre el futuro de la democracia en Brasil y la importancia de preservar la integridad de sus instituciones.