El Viaje de Sanación de Hull: Enfrentando el Miedo y la Desinformación Después de los Disturbios de Agosto

El Viaje de Sanación de Hull: Enfrentando el Miedo y la Desinformación Después de los Disturbios de Agosto

Hull lidia con el miedo y la ansiedad tras los disturbios, mientras el apoyo comunitario disminuye y la desinformación alimenta la división, lo que resalta la necesidad de diálogo y sanación.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 15.08.2024

A raíz de los violentos disturbios que sacudieron Hull el 3 de agosto, la ciudad enfrenta una inquietante atmósfera de miedo y ansiedad que perdura mucho más allá de las secuelas físicas. Aunque las fachadas de las tiendas han sido reparadas y los restos del caos han sido despejados, las cicatrices psicológicas permanecen profundamente arraigadas en la comunidad. Francis Ahiakpa, director de Humber All Nations Alliance (HANA), describe la sombría realidad que enfrentan muchos tras los disturbios. Su organización ha sido un sistema de apoyo vital para las comunidades migrantes durante casi dos décadas, sin embargo, incluso su banco de alimentos de desayuno semanal ha sido modificado para tener en cuenta el miedo generalizado. "Las personas han tenido demasiado miedo para quedarse y comer con nosotros... así que hemos estado entregando alimentos en recipientes para llevar," explica. El cambio de la comida comunitaria a entregas apresuradas subraya un preocupante cambio en las dinámicas sociales, ya que las personas expresan dudas sobre reunirse en espacios públicos. La ansiedad que sienten muchos refleja un sentimiento más amplio en toda Hull. Como comparte el Sr. Ahiakpa, "El nivel de miedo sigue siendo muy alto." Numerosos residentes han expresado su renuencia a participar en actividades comunitarias, lo que ha resultado en una drástica disminución en el uso del banco de alimentos. Angela Murden de la Asociación Africana Caribeña de Hull corrobora este sentimiento, señalando una caída significativa en las distribuciones de alimentos. "La semana pasada, solo entregamos 12 bolsas de alimentos cuando normalmente se distribuyen entre 30 y 40. La gente se está manteniendo alejada," lamenta. Las causas del disturbio se han atribuido, en parte, a la difusión de desinformación y rumores en las redes sociales, según la Sra. Murden. Ella advierte que sin abordar los problemas subyacentes de educación y concienciación comunitaria, pueden ocurrir disturbios similares en el futuro. La Policía de Humberside ha logrado avances significativos en la investigación de los eventos de esa noche, con 29 individuos acusados y más de 60 arrestos realizados. Si bien hay alivio al ver que hay responsabilidades, muchos creen que no es suficiente para calmar los temores que aún dominan a la comunidad. Syed Shah, representante de Humber Community Advice Services, adopta un enfoque más matizado para entender a los involucrados en los disturbios. Se niega a categorizar a los participantes como "malas personas" por naturaleza, destacando en cambio la influencia de la desinformación en el comportamiento. "Si constantemente estás diciendo que los extranjeros están viniendo aquí y robando empleos, algunos lo creerán," afirma, pidiendo mayores esfuerzos para desmentir narrativas dañinas. La dueña de un negocio local, Lena Sutherland, refleja estos pensamientos, habiendo cerrado temporalmente su restaurante durante los disturbios debido a preocupaciones de seguridad. Sin embargo, enfatiza las contribuciones de los trabajadores migrantes, afirmando: "La mayoría de los extranjeros trabaja. En Ucrania, te educan para trabajar." Su perspectiva ilumina la desafortunada realidad de que la violencia ha añadido presión a comunidades que ya se sienten marginadas. Para muchos líderes dentro de la comunidad, el camino hacia la sanación implica fomentar una comprensión y diálogo más profundos. El Sr. Ahiakpa aboga por lo que él llama "una conversación cultural", enfatizando la importancia de la educación y la interacción, especialmente entre las generaciones más jóvenes. Cree que las conversaciones sobre raza y diversidad deberían comenzar en las escuelas, donde la curiosidad puede cultivarse en comprensión. Tras los disturbios, está claro que Hull enfrenta un momento crucial. La determinación de la comunidad para confrontar el miedo y la desinformación con educación y empatía será esencial para moldear un futuro más inclusivo y pacífico. Solo a través de un diálogo intencionado Hull podrá esperar sanar las divisiones expuestas por la violencia del 3 de agosto, asegurando que tal tumulto no defina la narrativa de la ciudad en el futuro.

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