Comunidades apicultoras denuncian nueva intoxicación masiva de abejas en Campeche

Comunidades apicultoras denuncian nueva intoxicación masiva de abejas en Campeche

Comunidades apicultoras de Campeche denuncian nueva intoxicación masiva de abejas en Ich-Ek debido al uso de plaguicidas. Pérdida económica y ambiental grave. Urge acción gubernamental y regulación estricta de agrotóxicos para proteger la apicultura y el ecosistema local. ¡Es hora de actuar!

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Comunidades apicultoras denuncian nueva intoxicación masiva de abejas en Campeche La tragedia medioambiental vuelve a golpear a las comunidades apicultoras de Campeche, esta vez en la localidad de Ich-Ek, donde se ha reportado una nueva intoxicación masiva de abejas. Los apicultores de la región, que ya venían lidiando con los estragos causados por el paso del huracán Beryl, se enfrentan a la devastación de sus colmenas a causa del uso indiscriminado de plaguicidas en la agricultura. El Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes ha levantado la voz para denunciar que, aunque el huracán Beryl no causó daño directo a las abejas, la aplicación de agrotóxicos en la región ha tenido consecuencias letales en al menos 248 colmenas pertenecientes a once apiarios. Esta muerte masiva de abejas representa no solo una pérdida económica para los apicultores, sino también un golpe al patrimonio ancestral y al ecosistema. Everardo Chable, uno de los afectados, relató cómo entre el 22 y 24 de junio descubrieron el trágico escenario al acudir a sus apiarios tras las lluvias generadas por las tormentas tropicales y el huracán. Según sus estimaciones, se calcula que al menos 14 millones 880 mil abejas perdieron la vida como consecuencia del uso de plaguicidas altamente peligrosos en la zona de cultivo de chile habanero cercana. La apicultura, practicada de generación en generación, es un legado ancestral de los antepasados mayas que se ve amenazado por la inacción de las autoridades gubernamentales ante estas situaciones recurrentes. A pesar de las denuncias presentadas ante instancias como la Senasica y la Semarnat, la falta de respuesta concreta y medidas efectivas para proteger a las abejas y al medio ambiente sigue siendo una constante. La triste realidad es que esta no es la primera vez que ocurre una intoxicación masiva de abejas en la región. Casos anteriores en comunidades como Suc Tuc, Oxa y Tizimín ya habían puesto de manifiesto los riesgos asociados al uso de agrotóxicos, sin que se hayan implementado medidas contundentes para prevenir nuevas tragedias. La inacción de las autoridades contrasta con la urgencia de la situación y la necesidad de proteger una actividad vital para la economía y el ecosistema local. Los informes de instituciones como el Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) evidencian que estas muertes masivas de abejas no son eventos aislados, sino parte de un patrón preocupante que afecta la biodiversidad y la seguridad alimentaria en la región. Las pérdidas económicas y el impacto en la producción apícola y agrícola son incalculables, dejando a las comunidades apicultoras en una situación de vulnerabilidad y desamparo. El uso de plaguicidas letales para las abejas, como el fipronil, ha sido identificado como uno de los principales factores detrás de estas intoxicaciones masivas, poniendo en peligro la supervivencia de las colonias y la polinización de los cultivos. La falta de regulación y supervisión en el uso de estos productos químicos agrava la crisis ambiental y pone en riesgo un patrimonio natural invaluable. Ante esta situación crítica, las Comunidades Mayas de los Chenes y organizaciones como Greenpeace exigen una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades para proteger a los apicultores y a las abejas. Es necesario establecer medidas de control y monitoreo de los agrotóxicos, así como promover prácticas agrícolas sostenibles que respeten el equilibrio entre la producción y la conservación del medio ambiente. La vida de las abejas y el futuro de la apicultura están en juego, y es responsabilidad de todos actuar con prontitud y determinación para evitar más tragedias como la que hoy lamentamos en Campeche.
Ver todo Lo último en El mundo