El gigante despierta: el iceberg antártico más alto que el Empire State rompe su inmovilidad y se dirige hacia las Islas Georgia del Sur.
¡El coloso se mueve! Después de más de 30 años inmóvil, el iceberg antártico más alto que el Empire State finalmente ha comenzado a moverse. Conocido como A23a, este gigante de hielo se desprendió de la costa antártica en 1986 y desde entonces ha permanecido encallado en el mar de Weddell. Ahora, está en camino hacia las Islas Georgia del Sur, lo cual podría suponer problemas para la vida marina que prospera allí, como focas, pingüinos y aves marinas.
El A23a es una maravilla de la naturaleza con una superficie de 4.000 km2 y un grosor de 400 metros. Después de décadas de estar varado, ha comenzado a moverse debido a su disminución de tamaño y los cambios en las corrientes y vientos. Si llega a tocar tierra en las Islas Georgia del Sur, podría tener un impacto negativo en la vida marina. Aunque los icebergs se asocian con peligro, también son cruciales para el ecosistema marino. Los científicos seguirán monitoreando el movimiento del A23a y sus posibles impactos.
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¡El coloso se mueve! Después de más de 30 años inmóvil, el iceberg antártico más alto que el Empire State finalmente ha comenzado a moverse. Conocido como A23a, este gigante de hielo se desprendió de la costa antártica en 1986 y desde entonces ha permanecido encallado en el mar de Weddell. Ahora, está en camino hacia las Islas Georgia del Sur, lo cual podría suponer problemas para la vida marina que prospera allí, como focas, pingüinos y aves marinas.
Con una superficie de aproximadamente 4.000 km2, el A23a es una verdadera maravilla de la naturaleza. Su grosor es de unos impresionantes 400 metros, superando la altura de famosos edificios como el Shard de Londres, el Empire State en Nueva York y la Gran Torre Santiago en Santiago de Chile. Este iceberg formó parte de un desprendimiento masivo de la barrera de hielo Filchner de la Antártica y albergaba una estación de investigación soviética.
Después de décadas de estar varado, el A23a finalmente ha comenzado a moverse debido a su disminución de tamaño y los cambios en las corrientes y vientos. Su movimiento se ha acelerado en los últimos meses y ahora se encuentra cerca de la Península Antártica. Se espera que siga el mismo camino que otros icebergs del área, siendo impulsado hacia la corriente circumpolar antártica y posteriormente hacia el Atlántico Sur. Si llega a tocar tierra en las Islas Georgia del Sur, podría tener un impacto negativo en la vida marina que depende de esas aguas para alimentarse y criar a sus crías.
Aunque los icebergs a menudo se asocian con peligro y desastre, también juegan un papel importante en el medio ambiente. Cuando se derriten, liberan nutrientes que son esenciales para los organismos que forman las cadenas alimenticias oceánicas. Por lo tanto, estos gigantes de hielo son cruciales para la vida marina y la salud del ecosistema. Los científicos seguirán monitoreando de cerca el movimiento del A23a y sus posibles impactos en las Islas Georgia del Sur.