La quiebra de WeWork sacude al sector de bienes raíces comerciales: los propietarios se preparan para el impacto a medida que aumentan las vacantes y la subarrendación.
Las consecuencias de la bancarrota de WeWork están causando dolores de cabeza a los propietarios de oficinas en ciudades como Nueva York y San Francisco. Mientras WeWork intenta renegociar o terminar contratos de arrendamiento, los propietarios se encuentran lidiando con las repercusiones. Esta decisión de WeWork de abandonar casi 70 contratos podría dejar a los propietarios con espacios vacíos, sumándose a la ya problemática industria inmobiliaria comercial. Los precios de las oficinas han caído un 21% en octubre en comparación con el año pasado, y la amplia presencia de WeWork en Manhattan solo, con contratos de arrendamiento por 4.2 millones de pies cuadrados de bienes raíces, significa que propietarios como Boston Properties Inc. están preocupados por sus niveles de ocupación. El impacto de la bancarrota de WeWork también se extiende al mercado de valores respaldados por hipotecas comerciales y a las startups tecnológicas que buscan espacios de oficina flexibles.
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Los efectos secundarios de la quiebra de WeWork se están sintiendo en los propietarios de oficinas en ciudades como Nueva York y San Francisco. A medida que WeWork renegocia y termina muchos contratos de arrendamiento, los propietarios se enfrentan a las consecuencias. La presentación de quiebra y el plan de terminar casi 70 contratos probablemente empeorarán la situación para los propietarios, ya que WeWork busca salir y potencialmente dejarlos con espacios vacíos. Esto podría llevar a problemas serios para los edificios afectados, poniéndolos en una situación desafiante.
La industria de bienes raíces comerciales ya ha estado luchando debido a factores como mayores costos de endeudamiento y un cambio en la demanda de los inquilinos hacia el trabajo remoto. Los precios de las oficinas han experimentado una disminución significativa, cayendo un 21% en octubre en comparación con el año anterior. La retirada de WeWork es particularmente significativa debido a su amplia presencia, ya que la compañía tiene contratos de arrendamiento para casi 4,2 millones de pies cuadrados de bienes raíces solo en Manhattan. Los propietarios, como Boston Properties Inc., ya han advertido que las acciones de WeWork podrían afectar negativamente sus niveles de ocupación en los próximos años.
El impacto de la quiebra de WeWork no se limita a los propietarios. El mercado de valores respaldados por hipotecas comerciales también podría verse afectado, ya que WeWork es uno de los cinco principales inquilinos de al menos $2,4 mil millones en préstamos CMBS. Además, la disminución de la demanda de oficinas ha llevado a un aumento en el subarrendamiento, intensificando la competencia que enfrenta WeWork. Con la retirada adicional de WeWork, las startups tecnológicas que buscan espacios de oficina flexibles podrían encontrar más difícil asegurar opciones bien diseñadas y bien ubicadas. En general, las noticias de la quiebra de WeWork agravan los desafíos existentes que enfrenta la industria de bienes raíces comerciales.