Secuelas invisibles: Los costos ocultos de los desastres naturales en el capital humano y el crecimiento económico

Secuelas invisibles: Los costos ocultos de los desastres naturales en el capital humano y el crecimiento económico

Los recientes incendios forestales en Maui han causado daños significativos, con un saldo de al menos 96 personas fallecidas y numerosos edificios destruidos en la ciudad de Lahaina. Sin embargo, el costo económico va más allá de la destrucción física, extendiéndose a los factores intangibles que contribuyen a una comunidad próspera. El economista Isaac M. Opper realizó investigaciones sobre el impacto de los desastres naturales en la educación, encontrando que los desastres a gran escala resultaron en una disminución del 10 por ciento en los puntajes de los exámenes de los estudiantes de secundaria y una disminución del 2.5 por ciento en la inscripción en educación superior. Estas pérdidas educativas resultan en importantes pérdidas de ingresos para la población afectada. El descuido de estos daños ocultos puede tener consecuencias a largo plazo para las personas y las comunidades. Es crucial realizar esfuerzos de recuperación integrales, incluyendo la inversión en educación y brindar apoyo a aquellos que han sufrido contratiempos, para el futuro desarrollo de las regiones afectadas.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Los recientes incendios forestales en Maui han dejado un impacto devastador, con un saldo de al menos 96 personas fallecidas y miles de edificios dañados o destruidos en la ciudad de Lahaina. Si bien la pérdida de vidas es sin duda trágica, el costo estimado de reconstrucción supera los 5 mil millones de dólares. Sin embargo, el verdadero costo económico va más allá del daño físico, alcanzando factores intangibles que contribuyen a una comunidad próspera. Cuando se trata de desastres naturales como incendios forestales, inundaciones o huracanes, los destrozos físicos son visibles e inmediatos. Pero lo que a menudo pasa desapercibido es el daño duradero al capital humano de una región: el conocimiento colectivo y las habilidades que impulsan el crecimiento económico y el desarrollo. Una investigación reciente realizada por el economista Isaac M. Opper buscó arrojar luz sobre este problema al estudiar el impacto de los desastres naturales en el rendimiento estudiantil, la graduación de la escuela secundaria y la asistencia universitaria. Los hallazgos revelaron que la pérdida de valor del capital humano coincide con el costo de los daños físicos a los edificios y la infraestructura. El equipo de investigación analizó datos de Declaraciones Presidenciales de Desastres entre 2008 y 2018, que incluyeron inundaciones importantes, super tormentas, incendios forestales y otros desastres naturales. Descubrieron que los desastres a gran escala provocaron una disminución del 10 por ciento en los puntajes de las pruebas de los estudiantes de secundaria y una disminución del 2.5 por ciento en la inscripción en educación superior. Las implicaciones de estas pérdidas educativas se tradujeron en importantes pérdidas de ingresos para la población afectada. Incluso los desastres a menor escala tuvieron un impacto sustancial, reduciendo el capital humano de la región en más de $1,000 por estudiante. Los efectos perjudiciales de los desastres naturales en la educación son amplios y duraderos. El cierre de escuelas, el trauma psicológico y el estrés contribuyen a interrupciones en el aprendizaje. La investigación muestra que los puntajes de las pruebas y las tasas de asistencia universitaria no se recuperan a los niveles previos al desastre en años posteriores, destacando el impacto duradero en individuos y comunidades. Desafortunadamente, mientras se realizan inversiones significativas para reconstruir el capital físico después de un desastre, se destina muy poco financiamiento federal para reconstruir el capital humano. El costo de descuidar los daños ocultos causados por los desastres naturales es increíblemente alto. Un menor capital humano conduce a empleados menos productivos y un menor crecimiento económico. Es esencial abordar estas pérdidas intangibles para apoyar la recuperación y el desarrollo futuro de las regiones afectadas. Reconstruir hogares es un paso crucial, pero invertir en educación y brindar apoyo a aquellos que han sufrido reveses educativos es igualmente importante. No hacerlo tendrá consecuencias a largo plazo tanto para individuos como para comunidades. Isaac M. Opper es un economista en la Corporación RAND y profesor en la Escuela de Posgrado Pardee RAND. Su investigación arroja luz sobre el impacto a menudo pasado por alto de los desastres naturales en el capital humano, enfatizando la necesidad de esfuerzos integrales de recuperación para abordar estos daños ocultos.
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