Aglomeraciones y quejas marcan la inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez

Aglomeraciones y quejas marcan la inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez

Las aglomeraciones en las zonas de control de seguridad del nuevo aeropuerto Jorge Chávez podrían representar un riesgo para la integridad de los viajeros en casos de emergencias.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 08.06.2025

Desde la inauguración del nuevo aeropuerto Jorge Chávez, las largas colas y las aglomeraciones han sido el tema de conversación predominante entre los pasajeros. Las quejas han inundado redes sociales y medios de comunicación, donde los viajeros expresan su frustración por los tiempos de espera y el desasosiego que provoca recorrer un terminal tres veces más grande que su predecesor. La situación ha generado un debate sobre la eficiencia operativa del nuevo aeropuerto, especialmente en lo que respecta a los controles migratorios y de seguridad.


La Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) ha sido una de las voces más críticas, advirtiendo sobre la saturación de los procesos migratorios. En un comunicado oficial, la AETAI hizo un llamado urgente al administrador aeroportuario para que tome medidas que permitan agilizar los procedimientos. “Los tiempos de espera afectan directamente a los pasajeros y su experiencia”, subrayó la entidad, enfatizando la necesidad de optimizar las operaciones para cumplir con los estándares requeridos.


En las redes sociales, los testimonios de los pasajeros reflejan un panorama desalentador. Enzo Chaparro, usuario del nuevo terminal, compartió su experiencia a través de Twitter, mencionando demoras en migraciones, problemas con el despacho de combustible, y una preocupante situación de tráfico en la Avenida Faucett. Las imágenes que publicó mostraban largas filas en las áreas de control de seguridad y de recojo de equipaje, generando una sensación de caos en el nuevo aeródromo.


El control de seguridad, un proceso esencial para todos los pasajeros, ha sido uno de los puntos más críticos. Este procedimiento incluye la revisión de equipaje de mano y objetos personales a través de tomógrafos avanzados. A pesar de contar con 27 líneas de inspección, el flujo de pasajeros ha superado las expectativas, lo que ha resultado en colas extensas que pueden desanimar a las personas que planean volar desde este nuevo punto de conexión.


Por otro lado, el control migratorio parece haber funcionado con mayor eficiencia. Según testimonios recabados por El Comercio, los pasajeros han reportado tiempos de espera de entre 5 y 6 minutos para pasar por los controles migratorios. Marco Marchetti, quien llegó desde Santiago, comentó que aunque la espera para desembarcar fue larga, el proceso migratorio fue ágil y rápido, lo cual contrasta con la experiencia vivida en la zona de seguridad.


Armando García Chunga, superintendente de Migraciones, ofreció un balance preliminar que revela que en las primeras 48 horas se atendió a más de 54,000 personas, destacando un incremento en el número de módulos de atención en comparación con el viejo aeropuerto, a pesar de que las áreas de control migratorio son más pequeñas. Esta mejora es un intento de facilitar la atención en un contexto de alta demanda.


García también destacó la implementación de e-gates, que permiten un control migratorio más ágil gracias a la verificación biométrica de los pasajeros. Sin embargo, el uso efectivo de estas puertas electrónicas ha sido limitado, alcanzando un 32.2% en los primeros días de operación. Esta cifra sugiere que aún queda un camino por recorrer para que los pasajeros se familiaricen con esta tecnología y la utilicen en mayor medida.


La Defensoría del Pueblo también se ha hecho eco de las quejas, instando a Lima Airport Partners (LAP), concesionario del aeropuerto, a tomar acciones inmediatas para subsanar las deficiencias en la operación. A medida que la experiencia de los pasajeros se convierte en un punto focal, se hace evidente que una respuesta rápida por parte de las autoridades aeroportuarias es crucial para evitar que las quejas se conviertan en una tendencia.


Mientras tanto, el uso de herramientas como Migracheck puede facilitar el proceso para los viajeros. Esta herramienta permite a los pasajeros realizar un prerregistro que puede agilizar su paso por el control migratorio. Sin embargo, su efectividad dependerá de la adopción por parte de los pasajeros y la comunicación adecuada de su funcionamiento.


La situación en el nuevo Jorge Chávez pone de relieve la necesidad de un enfoque coordinado entre las diversas entidades involucradas en el funcionamiento del aeropuerto. La mejora de la experiencia del pasajero no solo depende de la infraestructura, sino también de la capacidad de respuesta y adaptación ante las necesidades que surgen en un entorno tan dinámico como el transporte aéreo. A medida que se desarrollan las operaciones en este nuevo terminal, la atención a los detalles y la rapidez en la implementación de soluciones serán determinantes para que el Jorge Chávez cumpla con su promesa de ser un aeropuerto de clase mundial.

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