Gobierno argentino disuelve AFIP y crea ARCA para reducir costos y burocracia

Gobierno argentino disuelve AFIP y crea ARCA para reducir costos y burocracia

Supondrá un ahorro estimado de 6.400 millones de pesos (más de 6 millones de euros) al año y una reducción salarial para los altos cargos

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política HACE 11 HORAS

El anuncio del Gobierno argentino sobre la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha suscitado un amplio espectro de reacciones en el ámbito político y social. Manuel Adorni, portavoz del Gobierno, ha comunicado con satisfacción que la AFIP dejará de existir para dar paso a un nuevo organismo conocido como ARCA, cuyo objetivo principal es la reducción de costos y la eliminación de la burocracia innecesaria. Este paso radical se enmarca dentro de la agenda de reformas promovida por el presidente Javier Milei.


La decisión de desmantelar la AFIP, una institución que ha sido fundamental en la recaudación de impuestos en Argentina, llega en un momento crítico para el país, que enfrenta desafíos económicos significativos. Según los datos proporcionados por el Gobierno, se estima que la medida permitirá un ahorro anual de 6.400 millones de pesos, equivalente a más de 6 millones de euros. Este recorte se traduce en una reducción del 34% de la estructura actual de la AFIP, lo que, a primera vista, parece ser un paso decisivo hacia la eficiencia administrativa.


Uno de los aspectos más controvertidos de esta reforma es la reubicación de aproximadamente 3.155 empleados, que representan un 15% de la plantilla de la AFIP. El Gobierno ha argumentado que estos trabajadores fueron contratados de manera "irregular" durante la administración anterior, lo que ha generado un debate sobre la gestión del empleo público en Argentina. La medida ha sido recibida con escepticismo por algunos sectores, que señalan que despedir a empleados públicos no necesariamente conducirá a una mejora en la eficiencia del Estado.


Además, el plan del Gobierno incluye una drástica reducción salarial para los altos cargos de la nueva agencia. Adorni ha destacado que la titular de la AFIP recibía un salario mensual superior a los 30 millones de pesos, cifra que se considera exorbitante en el contexto actual del país. Con la implementación de estos recortes, los salarios de los directores de ARCA serán equiparables a los de los ministros y secretarios de Estado, una medida que busca no solo ahorro, sino también una revalorización ética de los sueldos en el sector público.


La creación de ARCA, según el comunicado oficial, tiene como objetivo no solo la reducción del gasto público, sino también la simplificación de los procesos relacionados con la recaudación de impuestos. El Gobierno sostiene que esta reestructuración permitirá una mejor atención al contribuyente, aunque muchos analistas advierten que la eliminación de burocracia no necesariamente se traducirá en una mejora en la calidad de los servicios.


Sin embargo, la disolución de la AFIP ha generado inquietud en ciertos sectores de la sociedad, especialmente entre los contribuyentes y los especialistas en materia fiscal. Se teme que la creación de un organismo más pequeño y menos burocrático pueda afectar la capacidad del Estado para fiscalizar y controlar el cumplimiento de las obligaciones tributarias. La incertidumbre sobre cómo se llevará a cabo la transición y qué mecanismos se implementarán para garantizar la recaudación ha llevado a que algunos sectores exijan mayor claridad en los detalles del nuevo plan.


La oposición política ha criticado la medida, argumentando que el Gobierno está priorizando el ajuste fiscal sobre el bienestar de los empleados públicos. Muchos consideran que la reducción de personal y la eliminación de la AFIP podrían dejar un vacío en la supervisión fiscal que podría ser aprovechado por aquellos que buscan evadir sus responsabilidades tributarias. Esta crítica plantea la necesidad de un balance entre la eficiencia administrativa y la protección de los derechos de los trabajadores.


Por otro lado, algunos ciudadanos han celebrado la medida, viéndola como un paso necesario para un gobierno que promete erradicar la corrupción y la ineficiencia en la administración pública. Para estos sectores, la reducción de la burocracia es un objetivo deseado que podría facilitar el ambiente empresarial y estimular la inversión en el país.


En definitiva, la disolución de la AFIP y la creación de ARCA marcan un cambio significativo en la política económica de Argentina. Si bien el Gobierno defiende la medida como un avance hacia un Estado más ágil y menos costoso, los efectos a largo plazo de esta decisión aún están por verse. En un contexto de crisis económica, el país observa atentamente cómo se desarrollará esta transición y qué impacto tendrá en la relación entre el Estado y los ciudadanos.

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