Bukele ofrece su megacárcel a Estados Unidos para albergar migrantes indocumentados

Bukele ofrece su megacárcel a Estados Unidos para albergar migrantes indocumentados

En un acuerdo calificado por ambas partes como “sin precedentes”, el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, aceptó este lunes recibir en su megacárcel a migrantes indocumentados detenidos por crímenes graves en Estados Unidos y abrió la puerta incluso a albergar a presos de nacionalidad estadounidense.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política HACE 3 HORAS

En un giro inesperado en las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha ofrecido su megacárcel para albergar a migrantes indocumentados que hayan sido detenidos por crímenes graves en territorio estadounidense. Este acuerdo ha sido calificado como "sin precedentes" tanto por el mandatario salvadoreño como por el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, quien durante su visita al país centroamericano, destacó la singularidad de esta propuesta en el contexto de la política migratoria actual.


El anuncio se realizó tras una reunión de tres horas entre Bukele y Rubio, quien llegó a El Salvador como parte de su primera gira por Centroamérica en su nuevo cargo. Uno de los objetivos principales de esta visita era buscar soluciones para frenar los flujos migratorios hacia el norte, una preocupación constante para la administración estadounidense. La apertura de Bukele para aceptar la deportación de migrantes indocumentados de cualquier nacionalidad que hayan cometido delitos graves marca un cambio significativo en la política de seguridad del país.


La megacárcel, conocida como Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), se ha convertido en un símbolo de la mano dura que Bukele ha adoptado para combatir la delincuencia en El Salvador. Esta instalación, que alberga a miembros de pandillas como la Mara Salvatrucha (MS13), ahora se propone como una solución para el encarcelamiento de criminales convictos de nacionalidad estadounidense y migrantes indocumentados. Este hecho ha sido interpretado por analistas como un intento de Bukele por posicionarse como un aliado estratégico de Estados Unidos, especialmente en un momento en que la administración de Donald Trump busca reforzar sus políticas de inmigración.


Durante la conferencia de prensa posterior a la reunión, Rubio destacó el acuerdo como el "más extraordinario de cualquier parte del mundo". La propuesta de Bukele ha sido presentada como una forma de "subcontratación" del sistema penitenciario, donde se cobraría a Estados Unidos una tarifa que contribuiría a la sostenibilidad del sistema carcelario salvadoreño. Esta medida ha suscitado reacciones diversas, desde aplausos por parte de sectores que ven en ella una solución al problema del crimen, hasta críticas por el potencial impacto en los derechos humanos de los presos.


El presidente salvadoreño no ocultó su entusiasmo por la alianza con Estados Unidos, afirmando que el pacto es "muchísimo mayor" que cualquier acuerdo previo en la historia de las relaciones entre ambos países. Este iniciativa refuerza la relación bilateral y posiciona a Bukele como un líder en la región que podría influir en futuras políticas migratorias.


Sin embargo, la propuesta de Bukele también ha levantado preocupaciones sobre el respeto a los derechos humanos y la posibilidad de que se convierta en un modelo a seguir para otros países. Los críticos advierten que el enfoque de mano dura puede desviar la atención de las causas subyacentes de la migración y del crimen, además de plantear interrogantes sobre las condiciones de vida en las cárceles salvadoreñas.


La complicidad entre Bukele y la administración Trump contrasta con la postura de la anterior administración de Joe Biden, que había criticado algunos de los métodos de Bukele, especialmente su intento de reelección a pesar de las restricciones constitucionales. Sin embargo, el ambiente distendido y la sintonía mostrada entre Bukele y Rubio evidencia un cambio en la narrativa, donde la lucha contra el crimen y la migración se convierten en pilares de la cooperación.


El encuentro entre Bukele y Rubio fue notablemente diferente del que el secretario de Estado sostuvo con el presidente panameño, José Raúl Mulino, donde las tensiones sobre el Canal de Panamá fueron evidentes. Esto resalta cómo El Salvador se ha convertido en un aliado clave para Estados Unidos en su esfuerzo por controlar la migración, al tiempo que se busca fortalecer las relaciones bilaterales en otros ámbitos.


Con una aprobación popular que ronda el 80%, Bukele ha sabido capitalizar su imagen y su alianza con Estados Unidos para consolidar su poder en el país. La aceptación de migrantes indocumentados y presos estadounidenses en El Salvador podría ser vista como una estrategia para fortalecer su administración y garantizar recursos para su sistema penitenciario, aunque no sin un costo significativo en términos de derechos humanos y dignidad.


En resumen, la oferta de Bukele de albergar a presos de EE.UU. en su megacárcel marca un nuevo capítulo en la historia de las relaciones entre El Salvador y Estados Unidos. Este acuerdo puede tener repercusiones de amplio alcance, no solo para los migrantes y los ciudadanos estadounidenses, sino también para la política migratoria de la región y el futuro del sistema penitenciario salvadoreño. La comunidad internacional seguirá de cerca cómo se desarrollan estos acontecimientos y qué implicaciones tendrán para los derechos humanos y la seguridad en el país.

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