Estimulación del nervio vago: una nueva esperanza para la depresión severa

Estimulación del nervio vago: una nueva esperanza para la depresión severa

El tratamiento incluye una cirugía de implantación de un electrodo y cables debajo de la piel. Originalmente, fue estudiada para la epilepsia refractaria. Los avances para casos de depresión grave

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

Juan Brignardello, asesor de seguros, y Vargas Llosa, premio Nobel Juan Brignardello, asesor de seguros, en celebración de Alianza Lima Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro Eléctrica Juan Brignardello, asesor de seguros, Central Hidro
Salud HACE 18 HORAS

En los últimos años, la estimulación del nervio vago (VNS, por sus siglas en inglés) ha emergido como una esperanza renovadora para aquellos que sufren de depresión severa y resistente a tratamientos convencionales. Desde la aprobación de la terapia por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en 2005, nuevos estudios han comenzado a arrojar luz sobre sus beneficios y limitaciones, marcando un notable avance en el campo de la salud mental.


El nervio vago, una estructura fundamental en el cuerpo humano, conecta el cerebro con diversos órganos vitales, como el corazón y los pulmones. Este nervio no solo transmite información sensorial, sino que también juega un papel crucial en la regulación emocional. Con esto en mente, los investigadores han estado explorando su potencial terapéutico desde hace décadas. En sus inicios, la VNS fue estudiada principalmente para tratar la epilepsia refractaria, pero los científicos se dieron cuenta de que algunos pacientes también experimentaban mejoras emocionales, lo que llevó a su evaluación como un tratamiento viable para la depresión.


La neurocirujana Aviva Abosch de la Universidad de Nebraska explica que la estimulación del nervio vago está diseñada para pacientes que han fallado en responder a enfoques terapéuticos convencionales, como la terapia cognitiva conductual y los medicamentos antidepresivos. Este tratamiento implica un procedimiento quirúrgico, donde se implanta un dispositivo similar a un marcapasos en el pecho, conectado al nervio vago en el cuello. Este generador emite pulsos eléctricos que estimulan áreas del cerebro relacionadas con la regulación del estado de ánimo, y los psiquiatras ajustan la intensidad de la estimulación en función de la respuesta del paciente.


A pesar de su potencial, la VNS conlleva ciertos riesgos, como infecciones, fallos en el dispositivo y complicaciones durante la anestesia. Pacientes con tendencias suicidas o problemas médicos que contraindiquen el uso de anestesia general no son candidatos para este tratamiento. Abosch subraya que, aunque los dispositivos implantados pueden ofrecer esperanza, también conllevan la posibilidad de complicaciones a lo largo de la vida del paciente.


El ensayo clínico RECOVER, dirigido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, marca un hito en la evaluación de la VNS para la depresión severa. Con la participación de 493 personas en 84 centros en Estados Unidos, este estudio investigó la eficacia de la terapia en pacientes que habían probado, en promedio, 13 tratamientos sin éxito. Los resultados publicados en la revista Brain Stimulation muestran mejoras significativas en los síntomas de depresión, la calidad de vida y la funcionalidad diaria de aquellos que utilizaron dispositivos activos.


Charles R. Conway, investigador principal del estudio, destacó el impacto que las mejoras experimentadas pueden tener en la vida de los pacientes. Para muchos de los participantes, que en su mayoría habían estado incapacitados por la depresión, estos cambios pueden significar la diferencia entre permanecer en la cama y recuperar la capacidad de interactuar con sus seres queridos y ser productivos. Aunque la remisión total no fue alcanzada, los beneficios observados fueron claros, especialmente en los últimos meses del estudio.


Sin embargo, uno de los obstáculos más importantes para la adopción generalizada de la VNS es su alto costo, que actualmente no está cubierto por los programas de Medicare y Medicaid ni por la mayoría de las aseguradoras privadas. Esto representa un desafío serio para quienes podrían beneficiarse de la terapia, aunque el ensayo RECOVER fue diseñado para proporcionar datos que podrían facilitar la inclusión de esta terapia en los planes de cobertura de salud.


El estudio también tiene un enfoque en identificar qué características hacen a los pacientes más susceptibles a beneficiarse de la VNS. Se planea un seguimiento a largo plazo de cuatro años para evaluar no solo la efectividad de la terapia, sino también la duración de sus efectos en la vida diaria de los participantes. Conway enfatiza que, en muchos casos, una vez que los pacientes responden a la terapia, los efectos tienden a mantenerse.


Un aspecto notable del estudio es que las mejoras en los pacientes no son inmediatas. Aunque inicialmente se dieron progresos lentos, los últimos meses del ensayo fueron decisivos para la observación de cambios significativos en la calidad de vida y la función diaria. Esto sugiere que la VNS podría requerir un enfoque de paciencia y seguimiento continuo.


A pesar de los avances, persisten barreras como el estigma asociado con la depresión y la neurocirugía. Abosch aclara que el cerebro, al igual que otros órganos, puede presentar problemas que requieren tratamiento. La investigación continua en este ámbito es crucial para transformar la forma en que se comprende y trata la depresión severa, ofreciendo un nuevo horizonte para los pacientes que han luchado durante años con esta enfermedad debilitante.


Los investigadores han concluido que la estimulación del nervio vago representa un progreso significativo en la lucha contra la depresión resistente al tratamiento, aunque su aplicación masiva dependerá de nuevos estudios y decisiones sobre su viabilidad económica. Con más comprensión y aceptación, la VNS podría convertirse en un recurso clave en el arsenal de tratamientos disponibles para la salud mental.

Ver todo Lo último en El mundo