Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En la última década, Tlaxcala ha enfrentado un importante desafío en la lucha contra el VIH, con un total de mil 626 casos diagnosticados entre 2014 y 2024, según el Informe Histórico de VIH emitido por la Secretaría de Salud (Ssa). Este informe, que abarca una fluctuación significativa en el número de casos, revela la complejidad de la situación que viven tanto el estado como sus habitantes. El año 2014 marcó el inicio de este conteo, con 128 casos reportados. Sin embargo, la situación alcanzó su punto máximo en 2023, cuando se registraron 219 nuevos casos, un incremento que pone de relieve la necesidad de vigilancia y educación sobre la enfermedad. A pesar de esta alarmante cifra, 2024 ha mostrado una tendencia a la baja con 108 diagnósticos hasta la fecha, lo que podría ser un indicativo de la efectividad de las políticas de salud implementadas en el estado. El desglose de los casos de VIH revela que mil 405 de ellos corresponden a hombres, mientras que 221 son mujeres, mostrando así una notable disparidad de género en la incidencia del virus. Esta diferencia puede estar relacionada con factores socioculturales y de acceso a la salud, que requieren atención específica por parte de las autoridades sanitarias para reducir la brecha y ofrecer un tratamiento equitativo. En términos de incidencia, Tlaxcala ha mostrado variaciones significativas. La tasa de VIH por cada 100 mil habitantes pasó de 12.5 en 2018 a 15.4 en 2023, la cifra más alta durante el periodo analizado. Sin embargo, para 2024, esta tasa ha descendido a 7.5, lo que puede ser un síntoma de la eficacia de los programas de prevención y tratamiento en curso. Es imperativo que estas tendencias se continúen monitoreando para asegurar que el descenso en la incidencia no sea temporal. Un aspecto crucial que se desprende de los datos es la clasificación clínica de los casos de VIH en el estado. En 2024, se registraron 37 casos en estadio 1, 30 en estadio 2, 25 en estadio 3 y 16 en estadio 4, también conocido como Sida. Estos números reflejan la importancia de un diagnóstico temprano, puesto que una detección a tiempo puede ayudar a evitar la progresión a etapas más avanzadas de la enfermedad, lo que complica el tratamiento y la calidad de vida de los pacientes. El panorama nacional exhibe cifras aún más alarmantes. En México, se han diagnosticado 166 mil 180 casos de VIH en el mismo periodo, con un 84% de los casos en hombres. En 2024, el país reportó 14 mil 99 nuevos casos. Con Tlaxcala representando apenas el uno por ciento de la carga nacional, es evidente que la región enfrenta un problema que debe abordarse con estrategias específicas que atiendan sus particularidades. Es vital considerar que el VIH no solo es un problema de salud pública, sino que también conlleva estigmas sociales que dificultan la aceptación y el tratamiento de quienes viven con el virus. La sensibilización y educación son herramientas fundamentales para combatir estos estigmas y fomentar un entorno en el que las personas puedan buscar ayuda sin miedo a la discriminación. Por otro lado, el tratamiento antirretroviral ha demostrado ser una herramienta efectiva en el manejo del VIH, permitiendo que muchas personas vivan de manera saludable y reduzcan el riesgo de transmisión. Sin embargo, el acceso a estos tratamientos sigue siendo un desafío en ciertas regiones, incluidas algunas áreas de Tlaxcala, lo que resalta la necesidad de mejorar la infraestructura de salud y la capacitación del personal médico. La lucha contra el VIH en Tlaxcala es una tarea que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Desde las autoridades sanitarias hasta las organizaciones no gubernamentales y la comunidad en general, todos tienen un papel crucial que desempeñar en la creación de un entorno más seguro y saludable. La prevención, la educación y el acceso a tratamiento son fundamentales para lograr que la próxima década sea un periodo de reducción significativa en los casos de VIH y una mejora en la calidad de vida de quienes viven con este virus.