Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En la madrugada del jueves, un ataque aéreo israelí en Gaza cobró la vida de cinco periodistas de la cadena Al Quds, mientras se encontraban realizando su labor informativa frente al hospital de Al Awda, ubicado cerca del campo de refugiados de Nuseirat. La tragedia se desató cuando los comunicadores, identificados como Fadi Hassouna, Ibrahim al Sheikh Ali, Mohammed al Ladah, Faisal Abu al Qumsan y Ayman al Jadi, estaban en una furgoneta marcada con la palabra "prensa" en rojo. Este suceso se enmarca dentro de una serie de bombardeos en la región que han dejado un saldo total de al menos veinte muertos y alrededor de treinta heridos, según las autoridades sanitarias locales. El ejército israelí ha calificado este ataque como un “ataque selectivo”, alegando que tenía como objetivo a un grupo de la organización terrorista Yihad Islámica. Sin embargo, la muerte de los periodistas ha suscitado una ola de condenas y críticas a nivel internacional. La oficina de medios del Gobierno de Gaza ha instado a la comunidad global y a diversas organizaciones periodísticas a alzar la voz contra lo que han denominado "crímenes sistemáticos" contra los trabajadores de los medios en la región. De este modo, hacen un llamado a proteger a los periodistas en Palestina, especialmente en Gaza, donde la situación se ha vuelto cada vez más peligrosa. La controversia se intensifica tras el hecho, ya que las autoridades israelíes han reiterado su versión, apuntando que cuatro de los cinco periodistas muertos estaban vinculados a la Yihad Islámica. Sin embargo, el quinto periodista, Fadi Hassouna, no ha sido mencionado en sus declaraciones, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la veracidad de las acusaciones. Desde el inicio de la ofensiva israelí tras los ataques de Hamás el 7 de octubre de 2023, la situación en Gaza ha sido devastadora. Se ha reportado la muerte de al menos 45.399 palestinos, la mayoría mujeres y niños, en el marco de los bombardeos y la operación terrestre llevados a cabo por Israel. En este contexto, el acceso de periodistas internacionales a la Franja ha sido prácticamente inexistente, lo que ha dejado a los reporteros palestinos como los únicos testigos de los acontecimientos, enfrentándose a un alto costo por su labor. La situación ha generado preocupación entre diversas organizaciones internacionales, como el Comité para la Protección de los Periodistas y Reporteros sin Fronteras, que han denunciado la falta de protección y el aumento de agresiones contra los periodistas en el territorio. De acuerdo con estas organizaciones, el número de informadores muertos en Gaza desde el inicio de la ofensiva asciende a 201, cifra que pone de manifiesto la magnitud del peligro al que se enfrentan los reporteros en la región. El Derecho Internacional Humanitario establece la protección de los periodistas en situaciones de conflicto, siempre y cuando no participen en hostilidades. A pesar de ello, las autoridades israelíes han argumentado que muchos periodistas en Gaza están vinculados a grupos armados, aunque no han presentado pruebas concretas para respaldar tales afirmaciones. Esta falta de evidencia eleva las dudas sobre las justificaciones presentadas por el ejército israelí para sus ataques. Casos emblemáticos, como el del corresponsal de Al Jazeera, Wael Dahdouh, evidencian la gravísima situación que viven los periodistas en Gaza. Dahdouh ha perdido a varios miembros de su familia en ataques aéreos israelíes, convirtiéndose en un símbolo del riesgo que implica informar desde un área de conflicto. Por su parte, Shireen Abu Akleh, también periodista de Al Jazeera, fue asesinada en mayo de 2022, lo que dejó una huella imborrable en la comunidad periodística y en la sociedad palestina en general. Las denuncias de crímenes de guerra también han aumentado, con organizaciones como Reporteros sin Fronteras que han solicitado investigaciones ante el Tribunal Penal Internacional por las agresiones sistemáticas sufridas por los periodistas en la región. La brutalidad de los ataques y el alto número de víctimas mortales entre los medios de comunicación han llevado a la comunidad internacional a exigir respuestas y acciones concretas. Este nuevo ataque que ha costado la vida a cinco informadores subraya la urgencia de proteger a los periodistas en conflictos armados y la necesidad de que la comunidad internacional tome un papel activo en la denuncia de estos hechos. En la guerra, la verdad y la información son armas poderosas, y los periodistas deben poder ejercer su labor sin temor a perder la vida en el proceso. La lucha por la justicia y la verdad en situaciones de conflicto es una responsabilidad compartida por todos, y es imperativo que no se olvide el sacrificio de aquellos que arriesgan todo para informar al mundo.
