Maduro intensifica tensiones al emitir carteles de "se busca" contra ex presidentes

Maduro intensifica tensiones al emitir carteles de "se busca" contra ex presidentes

Se trata de los ex jefes de Estado que expresaron su intención de acompañar al mandatario electo venezolano, Edmundo González Urrutia, en su objetivo de jurar el cargo este viernes

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política HACE 9 HORAS

El régimen de Nicolás Maduro ha desatado una nueva ola de tensiones en el continente al anunciar la distribución de carteles de “se busca” contra siete ex presidentes latinoamericanos que han expresado su intención de acompañar al presidente electo, Edmundo González Urrutia, el próximo 10 de enero. Esta acción, que ha sido justificada por el ministro de Interior, Diosdado Cabello, refleja un agudo deterioro de las relaciones de Venezuela con varios países de la región y una escalada en el discurso hostil del gobierno chavista.


Los carteles, que se distribuirán por calles, puertos y aeropuertos de Venezuela, enumeran a ex mandatarios como Andrés Pastrana de Colombia, Mario Abdo Benítez de Paraguay, Vicente Fox y Felipe Calderón de México, así como a Mireya Moscoso y Ernesto Pérez Balladares de Panamá y Jamil Mahuad de Ecuador. En estos carteles, cada ex presidente es etiquetado como “invasor” y acusado de “conspiración y complicidad en actos terroristas”, lo que evidencia una narrativa de victimización que el régimen ha utilizado en numerosas ocasiones para justificar su represión y agresiones.


Cabello, durante su emisión semanal en VTV, expresó un mensaje desafiante, afirmando que estos ex líderes no están invitados a Venezuela y que su ingreso al país no será tolerado. “No nos da la gana que entren”, enfatizó, aludiendo a la soberanía nacional y colocando a estos ex mandatarios en la categoría de “delincuentes”. La retórica de Cabello no solo es provocativa, sino que también busca consolidar la narrativa de un gobierno asediado por fuerzas externas que amenazan su estabilidad.


La Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, ha respaldado esta campaña al declarar no gratos a los siete ex presidentes y otros líderes latinoamericanos, describiéndolos como una “fuerza extranjera que intenta invadir” Venezuela. Este tipo de declaraciones alimentan un ambiente de confrontación y polarización política que podría tener repercusiones en la estabilidad de la región.


Por su parte, González Urrutia, quien se proclama vencedor en los polémicos comicios de julio, ha insistido en que tomará posesión de su cargo el 10 de enero, a pesar de las acusaciones de fraude y represión que han marcado ese proceso electoral. Su postura desafiante, al igual que la de Cabello, subraya la tensión entre las aspiraciones democráticas de la oposición y la postura autoritaria del régimen.


En respuesta a esta situación de crisis, la oposición venezolana ha convocado una nueva jornada de protestas, liderada por María Corina Machado. Este jueves, miles de venezolanos se alzarán en contra del régimen de Maduro, buscando visibilizar su descontento y exigir un cambio urgente en el país. La protesta, considerada histórica por sus organizadores, se da en un contexto de represión y creciente control social.


La figura de Machado se ha convertido en un símbolo de la resistencia en medio de un ambiente hostil, y su liderazgo será crucial para movilizar a los ciudadanos. Sin embargo, la oposición enfrentará un fuerte despliegue de seguridad en Caracas, donde el gobierno chavista ha convocado también a una manifestación para respaldar a Maduro en su presunta toma de posesión.


El ambiente en las calles de Caracas se anticipa tenso, con la posibilidad de confrontaciones entre manifestantes opositores y fuerzas de seguridad. La oposición ha expresado su determinación de no rendirse ante lo que califican como un régimen usurpador, mientras que el gobierno continúa reforzando su narrativa de amenazas externas, buscando justificar su accionar represivo.


En este complejo panorama, el futuro político de Venezuela se encuentra en un punto crítico. La comunidad internacional observa con atención los eventos que se desarrollan en el país, mientras que la polarización se profundiza y las esperanzas de un cambio democrático parecen más distantes que nunca. La lucha entre el régimen de Maduro y la oposición, simbolizada por las protestas de este jueves, podría marcar un nuevo capítulo en la historia reciente de Venezuela y su relación con el resto de América Latina. La situación, sin duda, merece un seguimiento cercano, dado que los próximos días podrían ser decisivos para el futuro del país.

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