Putin reafirma capacidad militar de Rusia con lanzamiento de misil hipersónico Oreshnik

Putin reafirma capacidad militar de Rusia con lanzamiento de misil hipersónico Oreshnik

Presidente ruso anunció el ataque con un misil de alcance medio contra infraestructura militar ucraniana, subrayando la capacidad ininterceptable de estas armas y advirtiendo sobre posibles represalias contra países que colaboren con Kiev.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Guerra HACE 16 HORAS

En un contexto de creciente tensión geopolítica, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha reafirmado la capacidad de su país para llevar a cabo ataques militares sofisticados, al confirmar este jueves el lanzamiento de un misil balístico hipersónico Oreshnik. Este misil, que fue dirigido hacia una instalación del complejo militar-industrial en Ucrania, marca un escalón más en la escalada del conflicto que ha mantenido a la región en un estado de incertidumbre desde el inicio de la invasión en 2022.


Durante un mensaje televisado que duró alrededor de ocho minutos, Putin describió el ataque como una prueba en condiciones de combate de un sistema de misiles de alcance medio. Con velocidades de hasta 3 kilómetros por segundo, el Oreshnik se presenta como un arma que desafía las capacidades actuales de los sistemas de defensa antimisiles, lo que lo convierte en una herramienta potencialmente devastadora en el arsenal militar ruso. Esta afirmación resuena en un momento en que las defensas ucranianas se ven constantemente desafiadas por los avances tecnológicos y tácticos de las fuerzas rusas.


El presidente ruso justificó el lanzamiento del misil como una respuesta directa al uso de armamento de largo alcance proveniente de Estados Unidos y el Reino Unido por parte de Ucrania. Esta lógica de represalias se ha convertido en un pilar de la retórica del Kremlin, donde se argumenta que la intervención y apoyo occidental a Ucrania son provocaciones que justifican una respuesta militar. La advertencia de Putin de que Rusia se reserva el derecho de atacar instalaciones en países que faciliten el uso de misiles contra objetivos rusos añade una nueva capa de complejidad al conflicto.


Putin no escatimó en críticas hacia Estados Unidos, a quien acusó de ser el principal desestabilizador de la seguridad global. La insistencia del líder ruso en que "todos los objetivos de Moscú en Ucrania serán alcanzados" refleja una determinación que podría llevar a un aumento de la violencia y un mayor sufrimiento humano en la región. Esta postura desafiante sugiere que el Kremlin está preparado para intensificar su campaña militar, independientemente de las consecuencias para la población civil ucraniana.


La Fuerza Aérea de Ucrania, por su parte, había informado inicialmente sobre un ataque con un misil intercontinental, pero las autoridades rusas se apresuraron a aclarar que se trataba de un Oreshnik. Esta confusión sobre la naturaleza del ataque puede ser reflejo de la falta de información clara en medio de la guerra, donde la desinformación y la propaganda juegan papeles cruciales en ambas partes del conflicto.


Desde el inicio de la invasión, el Kremlin ha utilizado el lenguaje de la defensa y la protección de sus intereses nacionales para justificar sus acciones, pero este último ataque podría ser visto como una escalada deliberada. La declaración de Putin de que la población civil será alertada de futuros ataques con este tipo de misil "por motivos humanitarios" añade un matiz irónico a la situación, dado el contexto de la guerra y sus devastadoras consecuencias para los civiles.


Los analistas internacionales han comenzado a evaluar las repercusiones de este ataque, sugiriendo que podría incitar una respuesta más contundente de los aliados de Ucrania. En un momento en que Occidente se debate sobre cómo intensificar su apoyo militar a Ucrania sin provocar una confrontación directa con Rusia, las acciones de Putin parecen estar diseñadas para poner presión sobre los gobiernos de la OTAN y sus decisiones estratégicas.


La comunidad internacional observa con preocupación este último episodio del conflicto, ya que podría cambiar la dinámica en la región. Los líderes mundiales están llamados a reaccionar ante la amenaza que representa un misil que opera en un ámbito de velocidad y eficiencia casi inalcanzables para los sistemas actuales de defensa, lo que pone en jaque no solo la seguridad de Ucrania, sino también la estabilidad de Europa en su conjunto.


A medida que el conflicto se intensifica, las posibilidades de una resolución pacífica parecen desvanecerse. La confirmación de Putin del uso de misiles hipersónicos subraya la urgencia de un diálogo que permita mitigar el sufrimiento humano y buscar soluciones diplomáticas antes de que la situación se convierta en un desenlace aún más catastrófico. Sin embargo, el camino hacia la paz parece estar lleno de obstáculos, y la comunidad internacional enfrenta el reto de encontrar un equilibrio entre la disuasión y la diplomacia en un mundo cada vez más polarizado.

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