Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El lujoso yate Bayesian, que naufragó en la costa de Sicilia la semana pasada, se ha convertido en el centro de una intensa investigación por homicidio involuntario y naufragio negligente que involucra a su capitán, James Cutfield. La Fiscalía italiana ha determinado que existen suficientes evidencias para examinar las circunstancias del trágico suceso que resultó en la muerte de seis personas, incluidas figuras prominentes del ámbito empresarial. El naufragio ocurrió durante una feroz tormenta el pasado lunes, generada por un fenómeno meteorológico conocido como tromba marina. Este inusual evento atmosférico, similar a un tornado, ha suscitado la inquietud de las autoridades sobre la capacidad de la tripulación para manejar el yate en condiciones extremas. Los investigadores están evaluando si hubo errores en la navegación y si se tomaron las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los pasajeros. Entre las víctimas se encuentran importantes personalidades, como el magnate británico Mike Lynch, acusado de fraude en Estados Unidos, y su hija de 18 años, Hannah. También perdieron la vida el chef del yate, Recaldo Thomas, y otros cuatro pasajeros destacados en sus respectivas profesiones. La tragedia no solo ha conmocionado a las familias de las víctimas, sino que también ha despertado un gran interés mediático debido a la relevancia de los involucrados. De acuerdo con las declaraciones de la Fiscalía, se cree que la mayoría de los fallecidos estaban durmiendo en el momento del naufragio, lo que limita las posibilidades de escape. Se ha informado que se encontraron cinco cuerpos en la misma habitación del barco, lo que sugiere que intentaron refugiarse buscando una bolsa de aire mientras el yate se hundía. Este hallazgo ha planteado serias preguntas sobre la seguridad de las condiciones a bordo y la reacción de la tripulación ante la emergencia. La investigación no se detiene en el capitán Cutfield, nacido en Nueva Zelanda, quien, aunque no está detenido, enfrenta serias acusaciones y no puede abandonar Italia mientras avanza la pesquisa. Las autoridades están revisando todas las acciones que se tomaron durante la tormenta, incluyendo si se siguieron los protocolos adecuados para la seguridad de los pasajeros. Los fiscales también están indagando si existía una caja negra en el yate y si las escotillas estaban entreabiertas, lo que podría haber contribuido a que el barco se hundiera tan rápidamente. La falta de información clara sobre estos detalles ha complicado la reconstrucción de los eventos que condujeron a la tragedia. Además, se espera que en las próximas semanas se realice el levantamiento del yate, que debe su nombre a la teoría estadística con la que Lynch hizo su fortuna. El costo de esta operación recaerá en la empresa de Bacares, propietaria del yate, que deberá contratar a una empresa de salvamento para proceder con el izamiento y la entrega del barco a las autoridades. El fiscal principal del caso, Ambrogio Cartosio, ha subrayado la importancia de determinar las condiciones exactas que llevaron al hundimiento. Se espera que el levantamiento del yate proporcione pruebas cruciales, incluyendo la posibilidad de verificar si las escotillas estaban abiertas y cómo se gestionaron las comunicaciones durante la crisis. La investigación no solo busca esclarecer los eventos del naufragio, sino también establecer responsabilidades. La pregunta que queda en el aire es si la tripulación actuó con la debida diligencia y si se cumplió con los estándares de seguridad requeridos en un yate de lujo de tal envergadura. Mientras tanto, las familias de las víctimas esperan respuestas y justicia, en medio de un dolor profundo tras la pérdida de sus seres queridos. La conmoción por la tragedia resuena en el ámbito internacional, haciendo eco de la necesidad de revisar las normativas de seguridad en la navegación y la responsabilidad de los capitanes al mando de embarcaciones de lujo.