Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Este viernes se vivió una tragedia en Brasil cuando un avión de la aerolínea Voepass se estrelló en el estado de Sao Paulo, dejando un saldo devastador de 61 personas a bordo, sin sobrevivientes. Sin embargo, el destino tuvo un giro inesperado para diez pasajeros que, por un error de identificación, se dieron cuenta demasiado tarde de que no embarcarían en el vuelo. Los hechos se desarrollaron en el aeropuerto de Cascavel, en el estado de Paraná, donde los viajeros, convencidos de que volarían con la reconocida aerolínea Latam, se acercaron a su mostrador en busca de información. Al llegar, se encontraron con la desagradable sorpresa de que el mostrador estaba cerrado. Ante la confusión, decidieron esperar, sin saber que el vuelo que debían tomar pertenecía a Voepass, una aerolínea menos conocida. Felipe, uno de los pasajeros que se perdió el vuelo, compartió su experiencia con medios locales. Aseguró que, a pesar de haber llegado con tiempo suficiente, la falta de información y la confusión acerca de la aerolínea lo llevaron a perder la oportunidad de embarcar. "Me acerqué al mostrador de Latam, pero estaba cerrado. Después intenté con Voepass y ahí me dijeron que ya no podía subir", narró con evidente angustia. La situación se tornó aún más trágica cuando Felipe y sus compañeros de viaje se enteraron del accidente tras la noticia del siniestro. La aeronave, un turbohélice modelo ATR-72-500, se estrelló en una zona residencial de Vinhedo, generando un impacto no solo en los familiares de las víctimas, sino en toda la sociedad brasileña que se unió en luto. Las imágenes del lugar del siniestro muestran la magnitud del accidente, con equipos de rescate trabajando arduamente entre los escombros. Se confirmaron 57 pasajeros y cuatro tripulantes fallecidos, lo que dejó a la comunidad en un estado de shock. Los testimonios de quienes lograron escapar del trágico destino se vuelven aún más conmovedores considerando la fatalidad del evento. Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas del accidente, así como para evaluar los protocolos de seguridad de las aerolíneas involucradas. Este incidente resalta la importancia de la comunicación clara y efectiva por parte de las aerolíneas para evitar confusiones que puedan poner en riesgo la vida de los pasajeros. Desde el punto de vista de los pasajeros sobrevivientes, la mezcla de alivio y tristeza es palpable. Felipe, al reflexionar sobre lo ocurrido, expresó: "Gracias a Dios no nos subimos a ese avión". Sin embargo, el peso de lo sucedido no se desvanece fácilmente, ya que muchos de ellos conocían a personas que estaban en ese vuelo fatídico. Este suceso pone de relieve también la necesidad de que las aerolíneas optimicen su información y señalización en los aeropuertos, particularmente en situaciones donde hay múltiples compañías operando vuelos hacia destinos similares. La tragedia podría haberse evitado con una mayor claridad en los procesos de embarque. A medida que se desarrollan las investigaciones, las familias de las víctimas enfrentan ahora un dolor inconmensurable y la incertidumbre sobre lo que pueda suceder a continuación. En medio de esta tragedia, se hace un llamado a la unidad y al apoyo entre compatriotas, así como a la reflexión sobre la importancia de un sistema de transporte aéreo seguro y eficiente. El vuelo de Voepass que se convirtió en el último para muchos ha dejado una huella imborrable en la comunidad, y las historias de quienes lo perdieron se suman a la tristeza colectiva. En tiempos de tragedia, surgen también historias de vida y de suerte, recordándonos la fragilidad de la existencia y la necesidad de valorar cada momento.