Aumento en la actividad sísmica en el Monte Adams genera alarma en las comunidades cercanas.

Aumento en la actividad sísmica en el Monte Adams genera alarma en las comunidades cercanas.

Los recientes terremotos en el Monte Adams, un volcán dormido en Washington, generan preocupaciones sobre deslizamientos de tierra y lahares, lo que ha llevado a un aumento en la vigilancia y el monitoreo.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Desastres Naturales HACE 4 HORAS

En las últimas semanas, la calma sísmica que rodea al volcán activo más grande de Washington, el Monte Adams, ha sido perturbada por un aumento en la actividad sísmica, lo que ha llevado a una mayor vigilancia entre científicos y funcionarios de gestión de emergencias. Ubicado en el centro-sur de Washington, aproximadamente a 55 millas al suroeste de Yakima, este imponente estratovolcán de 12,000 pies ha permanecido inactivo durante siglos, pero los recientes temblores han suscitado preocupaciones sobre su potencial volatilidad. El Monte Adams, designado como un volcán de "alto riesgo", no se teme principalmente por una inminente erupción explosiva. En cambio, los expertos son muy conscientes de los catastróficos deslizamientos de tierra y los lahars en rápida movimiento—flujos de lodo que pueden descender a velocidades de hasta 50 millas por hora—que podrían poner en peligro a las comunidades circundantes. Tales eventos representan riesgos significativos, especialmente considerando las características geológicas únicas de la montaña. Aunque la última erupción confirmada del Monte Adams ocurrió entre hace 3,800 y 7,600 años, los científicos del Servicio Geológico de EE. UU. (USGS) han advertido durante mucho tiempo que no es una cuestión de si, sino de cuándo volverá a erupcionar el volcán. La naturaleza impredecible de la actividad volcánica hace que las predicciones precisas sean esquivas; sin embargo, el USGS se mantiene vigilante en el monitoreo del comportamiento de la montaña. Los recientes datos sísmicos recopilados de estaciones de monitoreo alrededor del Monte Adams indican un preocupante aumento en la actividad. Entre septiembre y octubre del año anterior, se registraron nueve terremotos en la zona, con magnitudes que oscilaban entre 0.9 y 2.0. Esto representa un aumento notable respecto a la frecuencia típica de un terremoto cada dos o tres años. Si bien esto puede sonar alarmante, los expertos han tranquilizado al público, afirmando que estos temblores se encuentran dentro de lo que se considera la "actividad de fondo normal" para un volcán de esta naturaleza y no son necesariamente signos de una erupción inminente. La principal amenaza del Monte Adams no es su potencial para erupcionar explosivamente, sino más bien la inestabilidad geológica de su cumbre cubierta de hielo. Los funcionarios del USGS destacan que grandes volúmenes de roca debilitada hidrotermalmente se encuentran debajo de la superficie, lo que podría conducir a futuros deslizamientos de tierra. Tales deslizamientos podrían generar lahars que amenacen a las comunidades cercanas, subrayando la necesidad de un monitoreo y preparación continuos. A medida que los científicos mejoran sus esfuerzos de vigilancia, el enfoque permanece en comprender la dinámica del Monte Adams y mitigar los riesgos que representa para las áreas circundantes. Si bien la reciente actividad sísmica ha levantado cejas, sirve como recordatorio de la importancia de la investigación continua y la preparación para cualquier posible evento geológico que pudiera impactar la región en los próximos años.

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