Dillingham busca transformar a Arizona State en la próxima potencia del fútbol universitario.

Kenny Dillingham, el ambicioso entrenador en jefe de Arizona State, tiene la mirada puesta en una transformación significativa. Cree que cada ocho a diez años, un nuevo programa asciende a la prominencia en el fútbol universitario, y está decidido a hacer de Arizona State el próximo equipo en dar el salto, tal como lo hizo Clemson hace una década. Los Sun Devils sorprendieron a muchos la temporada pasada, terminando el año con un inesperado campeonato de la Big 12 y un emocionante recorrido hasta los cuartos de final de los playoffs de fútbol americano universitario. Sin embargo, este logro no es un territorio desconocido para el programa. Arizona State tiene una historia de carreras exitosas que rápidamente se desvanecen, dejando a los aficionados anhelando una excelencia sostenida. Dillingham, quien creció en la zona y ha vivido los altibajos del programa, comprende este ciclo muy bien. “Siempre ha habido destellos aquí”, comentó, destacando una persistente falta de consistencia que ha plagado a los Sun Devils. Reconoce el desafío no solo de alcanzar la cima, sino de mantener ese éxito a lo largo del tiempo. Dillingham no está solo en sus reflexiones. Su cuerpo técnico, compuesto por personas con profundas conexiones con el fútbol americano de secundaria en Arizona, comparte ideas sobre las complejidades que han obstaculizado el progreso del programa a lo largo de los años. Se preguntan si factores como una puerta giratoria de entrenadores y la falta de una visión unificadora han contribuido a la inconsistencia. Este año, las apuestas son más altas que nunca. Shaun Aguano, el entrenador de mariscales de campo, reconoció que esta próxima temporada será una prueba crítica de la determinación y ambición del equipo. “Llegar a la cima, hay esa hambre. ¿Ahora qué haces para seguir adelante?” dijo, encapsulando el desafío de hacer la transición de un éxito sorprendente a un programa que compite constantemente a un alto nivel. Para Dillingham, el camino hacia la grandeza podría reflejar el de Clemson bajo Dabo Swinney, quien tomó las riendas de un programa en apuros y lo llevó a la prominencia nacional. Las similitudes entre sus situaciones son notables. Ambos entrenadores inicialmente asumieron roles con experiencia limitada como entrenadores en jefe y un deseo de inspirar a sus equipos a través de la positividad y la conexión. El mandato de Swinney transformó a Clemson en una potencia, y Dillingham espera replicar ese éxito en Arizona State. Mientras construye su programa, Dillingham se enfoca en cultivar una base sólida. Los Sun Devils vienen de una impresionante temporada de 11 victorias, pero la partida de jugadores destacados como Cam Skattebo crea tanto desafíos como oportunidades. Jugadores clave que regresan, como el mariscal de campo Sam Leavitt y el safety Xavion Alford, añaden promesas a la plantilla, y la continuidad en el cuerpo técnico es un cambio refrescante en comparación con las temporadas pasadas de agitación. El coordinador defensivo Brian Ward enfatiza la importancia de tener un liderazgo fuerte y talento en todos los niveles, sugiriendo que una colección de “alfas” será crucial para el éxito del equipo. La creencia colectiva entre el cuerpo técnico es que están al borde de algo especial, con una visión compartida que va más allá de una sola temporada exitosa. Sin embargo, el camino por delante no estará libre de obstáculos. Los Sun Devils pueden enfrentar desafíos al reemplazar a jugadores clave y mantener su ventaja después de una campaña exitosa. La presión de las expectativas también puede pesar mucho sobre un equipo, especialmente uno que es visto como un posible contendiente en el Top 10 de la pretemporada. A pesar de estos obstáculos, Dillingham permanece decidido. Está ansioso por asegurarse de que Arizona State no sea solo una historia de éxito efímera, sino un programa con el potencial de una grandeza sostenida. “Todo el mundo tiene esos momentos en los que se ponen en el mapa”, señaló, articulando su ambición de que los Sun Devils marquen su lugar en la historia del fútbol universitario. A medida que se desarrolla la próxima temporada, los focos estarán sobre Arizona State. Dillingham y su equipo están decididos a estar a la altura de las circunstancias, con el objetivo de convertir sus aspiraciones en logros. Con una mezcla de talento, liderazgo y una visión unida, los Sun Devils están preparados para crear su propia legado en el competitivo mundo del fútbol americano universitario. La pregunta permanece: ¿podrán romper el ciclo y establecerse como una potencia perenne? Solo el tiempo lo dirá, pero la ambición es palpable y los ojos del mundo del fútbol universitario estarán observando de cerca.