NCAA hace historia: La lucha femenina se añade oficialmente como deporte de campeonato en 2026.

En una decisión histórica que marca un avance significativo hacia la equidad de género en el deporte, la NCAA ha aprobado oficialmente la adición de la lucha libre femenina como un deporte de campeonato en las tres divisiones, con efecto a partir del campeonato inaugural que se llevará a cabo en 2026. Este movimiento monumental se produce después de que el consejo de la División I de la NCAA votara a favor de la medida a principios de esta semana, seguido de respaldos de las Divisiones II y III. El presidente del consejo, Josh Whitman, quien también es el director atlético de la Universidad de Illinois, expresó una palpable emoción por la decisión. "Fue un momento para aplaudir en la sala", comentó, enfatizando la importancia de proporcionar mayores oportunidades para las atletas mujeres a nivel universitario. La aprobación refleja el creciente reconocimiento de los deportes femeninos y tiene como objetivo fomentar un entorno donde las atletas puedan prosperar en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. Actualmente, existen 76 programas de lucha libre femenina en las instituciones de la NCAA, y más de 1,200 mujeres están compitiendo activamente en estos programas. La NCAA anticipa la adición de al menos 17 programas más en un futuro cercano, aunque aún se deben determinar las escuelas y divisiones específicas que ampliarán su oferta. Los directores atléticos de todo el país enfrentan el desafío de equilibrar sus presupuestos en medio de las complejidades de los acuerdos de NIL (nombre, imagen, semejanza) y las discusiones sobre la distribución de ingresos, lo que hace que el momento de esta decisión sea particularmente intrigante. No obstante, el auge de la lucha libre femenina está preparado para desbloquear nuevas oportunidades para las atletas, muchas de las cuales han estado perfeccionando sus habilidades en programas de lucha juvenil y de secundaria durante años. Rich Bender, director ejecutivo de USA Wrestling, aclamó la decisión, señalando que la lucha libre femenina es reconocida como el deporte de más rápido crecimiento para mujeres jóvenes en los Estados Unidos. “Agradecemos a cada una de las instituciones de la NCAA que ya han agregado la lucha libre femenina por su liderazgo y visión, e invitamos a otros a considerar brindar esta oportunidad”, declaró Bender, subrayando el esfuerzo colaborativo que hizo posible esta visión. Se espera que la adición de programas de la NCAA eleve el perfil del deporte, enriqueciendo aún más el panorama de los deportes universitarios. Figuras prominentes en el deporte, como Kennedy Blades, medallista de plata olímpica 2024 y estudiante de la Universidad de Iowa, también comparten el sentimiento de crecimiento y oportunidad. “Esto muestra cuánto está creciendo la lucha libre femenina”, comentó Blades, reflexionando sobre su viaje personal. “Desde que era una niña, soñé con ser campeona nacional de lucha de la NCAA. Cumplirá los sueños de muchas niñas, incluido el mío.” Si bien algunas instituciones, como Penn State, que ha alcanzado notoriedad por su programa de lucha masculina, aún no han establecido un equipo femenino, la trayectoria general de la lucha libre femenina parece prometedora. Con centros de entrenamiento y clubes ya funcionando en todo el país, la infraestructura para apoyar esta expansión está en su lugar. La inclusión de la lucha libre femenina en el ámbito de campeonatos de la NCAA no solo honra la dedicación de las atletas actuales, sino que también sirve como inspiración para las generaciones futuras. A medida que el deporte continúa desarrollándose a nivel nacional, el impacto potencial en el atletismo femenino es monumental, allanando el camino para un paisaje deportivo más inclusivo y diverso en los años venideros.