Juan Brignardello Vela
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En una sorprendente muestra de declive, el rendimiento reciente de Justin Verlander ha suscitado serias preocupaciones sobre su preparación para la postemporada. Durante un partido crucial contra los Arizona Diamondbacks, Verlander enfrentó un asombroso revés, permitiendo ocho carreras limpias en solo tres entradas, una estadística que no se había visto de él desde 2013. Esta desastrosa salida ha dejado a los Houston Astros y a su afición lidiando con la incertidumbre a medida que los playoffs se acercan. Después del juego, Verlander, visiblemente frustrado pero decidido, expresó su disposición a seguir lanzando para aliviar al bullpen que está luchando. "Lo que necesiten," le dijo al mánager novato Joe Espada, quien finalmente decidió sacarlo del juego, señalando un raro momento de vulnerabilidad para el experimentado lanzador. La decisión de retirar a Verlander no se tomó a la ligera; fue un reconocimiento de que las esperanzas de postemporada de los Astros podrían depender de su capacidad para recuperar su forma. A pesar de la ilustre carrera de Verlander, sus estadísticas recientes cuentan una historia diferente. Su actual efectividad (ERA) ha aumentado a 5.30, y no ha lanzado más allá de la quinta entrada desde mayo. En sus últimos seis inicios, ha registrado una alarmante efectividad de 8.78, dejando a los aficionados preguntándose si el Verlander que dominó el montículo durante años finalmente ha encontrado su rival. “Me sentí bien físicamente,” declaró, aunque los resultados fueron todo menos satisfactorios. La mecánica que Verlander había prometido rectificar después de su última salida pareció fallar contra los Diamondbacks. Su control estuvo notablemente impreciso, lo que llevó a conteos prolongados e innings ineficientes. Esta falta de precisión lo obligó a depender en gran medida de un sinker que fue constantemente dejado en posiciones vulnerables. Los Diamondbacks capitalizaron esto, con varios hits clave y jonrones provenientes de su lanzamiento, un lanzamiento que alguna vez demostró ser su mayor activo. Los Astros se encuentran ahora en una encrucijada, con solo 19 juegos restantes en la temporada regular. La presión está aumentando para que Verlander encuentre su ritmo antes de que el equipo se dirija a lo que esperan sea una larga carrera en los playoffs. Espada expresó confianza en el pedigree de Verlander, enfatizando que el veterano trabajará arduamente para corregir sus problemas. Sin embargo, a medida que el calendario se acerca a octubre, el tiempo no está del lado de Verlander. La rotación de Houston ha mostrado promesas incluso en las luchas de Verlander, con actuaciones de lanzadores como Framber Valdez y Hunter Brown sugiriendo que el equipo puede competir sin su as funcionando a toda máquina. Sin embargo, si Verlander no puede recuperar su estatus de élite, los Astros podrían verse obligados a reconsiderar su estrategia para la postemporada. Por primera vez en su carrera, existe una posibilidad real de que Verlander pueda encontrarse en un papel fuera de un abridor tradicional, lo que sería un cambio significativo para un jugador con su extensa trayectoria. A medida que los Astros se preparan para un tramo crucial de juegos, el enfoque estará en Verlander y su capacidad para recuperarse. Con las apuestas más altas que nunca, tanto aficionados como analistas estarán observando de cerca. Si puede aprovechar las habilidades que alguna vez lo convirtieron en un candidato perenne al Cy Young, podría desempeñar un papel fundamental en la búsqueda de otro campeonato para los Astros. Sin embargo, si estas luchas persisten, podría forzar una reevaluación de su lugar en la rotación y, en última instancia, en la lista de postemporada. Las próximas semanas serán críticas, y para Verlander, es ahora o nunca.