Los Commanders enfrentan luchas históricas en la derrota de apertura de temporada contra los Buccaneers.

Los Commanders enfrentan luchas históricas en la derrota de apertura de temporada contra los Buccaneers.

En el debut de Dan Quinn, los Commanders perdieron 37-20 ante los Buccaneers, extendiendo su racha de derrotas a nueve partidos mientras luchan por encontrar su identidad.

Juan Brignardello, asesor de seguros

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Mundo 09.09.2024

En su debut como entrenador en jefe de los Washington Commanders, Dan Quinn se enfrentó a un adversario familiar: el peso de la historia. La derrota del equipo por 37-20 ante los Tampa Bay Buccaneers no solo marcó un comienzo decepcionante para la temporada 2024, sino que también extendió una tendencia preocupante: esta fue la novena derrota consecutiva de los Commanders desde el año pasado. A pesar de las caras nuevas y el nuevo liderazgo, los ecos del pasado resonaron en el Estadio Raymond James. Como dijo Yogi Berra, “Es déjà vu una vez más”. Las luchas de los Commanders fueron evidentes en las tres fases del juego, un estribillo demasiado familiar para los aficionados que soportaron una temporada de solo cuatro victorias el año pasado. Jugadores como el receptor Dyami Brown, en su cuarto año, intentaron cambiar la narrativa, afirmando: “Tenemos una mentalidad diferente. Lo que pasó el año pasado no importa.” Sin embargo, la evidencia en el campo hizo poco para respaldar tal optimismo. El juego se desarrolló como una exhibición de errores que han atormentado a la franquicia. El nuevo mariscal de campo Jayden Daniels, a pesar de mostrar destellos de su capacidad de carrera con 88 yardas y dos touchdowns por tierra, cometió errores críticos que dejaron al equipo buscando cohesión. Su pase profundo a Terry McLaurin al inicio de la segunda mitad pasó por encima de la cabeza del receptor, resultando en un tiempo muerto temprano que subrayó la falta de ritmo del equipo. Quinn reconoció la dificultad de la derrota, señalando: “Necesitas la lucha para ver cómo se desarrolla la identidad.” Es una dura lección de realidad, ya que los Commanders parecían ser un equipo que todavía estaba encontrando su camino. La defensa, que tuvo momentos de promesa, no pudo contener a Baker Mayfield de Tampa Bay, quien completó 24 de 30 pases para 289 yardas y cuatro touchdowns. La secundaria, una preocupación notable al inicio de la temporada, luchó con la comunicación y la ejecución, permitiendo grandes jugadas en momentos críticos. Los errores ofensivos de los Commanders agravaron los problemas. Una desastrosa falta de comunicación en la primera jugada ofensiva—un pase lateral que perdió 15 yardas—marcó el tono de una noche en la que Washington se encontró constantemente a la defensiva. El juego de pase tuvo dificultades, con Daniels a menudo bajo presión, resultando en dos capturas y múltiples lanzamientos apresurados que interrumpieron el ritmo y las oportunidades. Si bien el juego terrestre de los Commanders mostró cierto potencial, particularmente con Brian Robinson y Austin Ekeler combinando para más de 150 yardas, la ofensiva de pase no pudo establecer un ritmo. McLaurin, a pesar de su experiencia, sigue atado a un carrusel de mariscales de campo, siendo Daniels el séptimo diferente titular en la semana 1 desde que se unió al equipo. La frustración de una racha de derrotas pesa sobre él, pero se mantiene enfocado en avanzar. “He aprendido mucho a lo largo de los años. Sé paciente. Mantente enfocado. Controla lo que puedo,” dijo McLaurin. Las decisiones de Quinn respecto a los goles de campo también levantaron cejas. El pateador Cade York, adquirido tras una tumultuosa temporada baja, luchó con su precisión, fallando dos intentos. Cada fallo permitió a los Buccaneers capitalizar, ampliando aún más la brecha. La respuesta de Quinn a la situación del pateador insinuó posibles cambios: “Tendremos una buena conversación sobre eso y veremos en qué estamos.” Mientras el equipo reflexiona sobre la derrota, hay un palpable anhelo de crecimiento en medio de la decepción. El veterano ala cerrada Zach Ertz encapsuló el sentimiento: “El marcador no fue halagador para nosotros esta vez, y de alguna manera eres lo que tu récord dice que eres en la liga. Pero no creo que nadie esté en pánico.” Mirando hacia adelante, los Commanders se reagruparán y se prepararán para su próximo partido como locales contra los New York Giants. Quinn reconoce la urgencia de aprender de los errores, pero sigue comprometido con la visión a largo plazo. “Si no se aprenden estas lecciones... entonces cometeremos los mismos errores,” comentó. Al final, el viaje de los Commanders bajo Dan Quinn apenas comienza, y aunque los fantasmas de fracasos pasados son grandes, la esperanza de una nueva identidad y días más brillantes aún puede permanecer. Sin embargo, la tarea inmediata será traducir las lecciones aprendidas en resultados tangibles en el campo, comenzando con el próximo juego.

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